- Una filtración de documentos internos expuso que la televisora organizó desde 2018 una operación sistemática contra empresario
Durante años, las disputas por el control de las telecomunicaciones, los derechos deportivos y la narrativa pública enfrentaron a Grupo Televisa y al empresario Carlos Slim Helú.
Una investigación reciente reveló que esta rivalidad empresarial incluyó la operación de una red de bots, campañas negras y la difusión de noticias falsas impulsadas desde las oficinas de la televisora para dañar la imagen del magnate.
Una filtración masiva de más de cinco terabytes de documentos internos de Grupo Televisa, revelada por Aristegui Noticias, expuso una estrategia sistemática para atacar la reputación de Slim y sus compañías.
El informe señaló que desde 2018, bajo la dirección de Javier Tejado Dondé, vicepresidente de la oficina de información a la presidencia de Televisa, se organizó un equipo denominado Palomar encargado de ejecutar estas acciones mediante campañas de desprestigio, fabricación de contenidos engañosos y amplificación masiva a través de perfiles falsos.
La relación entre Televisa y Slim había sido inicialmente de apoyo mutuo, especialmente en 1999 cuando las empresas de Slim ayudaron a la televisora a superar una crisis financiera. Sin embargo, con el tiempo, los intereses contrapuestos en sectores clave como medios y telecomunicaciones deterioraron esa alianza, provocando una confrontación abierta.
Uno de los episodios más documentados en la filtración fue el colapso de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, ocurrido el 3 de mayo de 2021. Según los documentos, el equipo Palomar utilizó esta tragedia para responsabilizar únicamente a Grupo Carso, propiedad de Slim, ignorando la participación de otras empresas como ICA. Se crearon videos y publicaciones que simulaban portadas de medios internacionales como The New York Times para señalar culpabilidad exclusiva de la firma de Slim, alcanzando hasta 300 mil impresiones.
La empresa Matrix to Index fue contratada por Televisa para ejecutar estas campañas, utilizando redes de bots, páginas espejo y perfiles humanizados en plataformas como X y Facebook. La operación buscaba incidir en la conversación pública de forma coordinada y sistemática.
Otro momento crítico en la confrontación ocurrió en 2017, cuando América Móvil, asociada con NBC Universal y Telemundo, presentó una oferta por los derechos de transmisión de los partidos de la selección mexicana de futbol. Según la filtración, el equipo Palomar lanzó una campaña en redes sociales acusando a Slim de buscar la privatización del futbol, utilizando memes, videos y publicaciones para reforzar esta narrativa.
Periodistas deportivos como José Ramón Fernández, André Marín y David Faitelson, quienes cuestionaron la transparencia en el proceso de asignación de derechos, también fueron blanco de ataques en esta operación digital. Años después, Emilio Azcárraga Jean, entonces líder de Televisa, enfrentó una investigación en Estados Unidos por corrupción relacionada con la compra de derechos de transmisión de los mundiales.
En el ámbito judicial, los documentos de Televisa Leaks revelaron que la imagen de Slim fue utilizada para fabricar vínculos con presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias en torno a la elección de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Uno de los videos, producido en diciembre de 2018, titulado “AMLO duerme con el enemigo”, acusaba sin pruebas a Olga Sánchez Cordero y a varios ministros de conspirar junto con Slim para influir en el máximo tribunal.
También se difundieron materiales que insinuaban una relación impropia entre Slim y figuras del Poder Judicial. Un video de septiembre de 2018 mostraba a Slim y al ministro Alberto Pérez Dayán en una pelea de box en Las Vegas, sugiriendo que el viaje fue financiado para influir en las votaciones internas de la Suprema Corte.
Estos documentos revelan una operación sistemática y planeada desde Grupo Televisa para incidir en la opinión pública y desprestigiar a un actor clave de la economía mexicana como Carlos Slim, utilizando tácticas de manipulación digital y campañas negras.