Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Agencia Cimac
CDMX.- Tras el aplazamiento de la Jornada de Sana Distancia, que primero se había planteado al 30 de abril y que hoy se dio a conocer, se extenderá hasta el 30 de mayo, empleadores abandonaron a su suerte a las trabajadoras del hogar en México: no les responden el teléfono y les deben salarios; en el caso de las trabajadoras “de planta”, les impiden salir, ver a sus familiares o acudir al médico.
Así lo dio a conocer este 14 de abril la directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), Marcelina Bautista Bautista, que recibe denuncias y asesora a las trabajadoras del hogar sobre sus Derechos Humanos laborales.
En conversación virtual con la legisladora Patricia Mercado sobre la situación de las trabajadoras del hogar durante la contingencia por el COVID-19, Marcelina Bautista dijo que desde las primeras semanas hubo despidos contra las trabajadoras que se negaron a pasar la cuarentena con sus empleadores, esto es especialmente grave en el caso de las adultas mayores.
Bautista Bautista expresó que muchas trabajadoras fueron obligadas a trabajar en las tareas de cuidados y limpieza sin la prevención sanitaria que requiere su labor y otras más fueron discriminadas por sus patrones, quienes les negaban el acceso por trasladarse en transporte público.
La también impulsora de la ratificación del Convenio 189 (sobre trabajo doméstico) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dijo que sería adecuado que las trabajadoras permanezcan en sus casas, pero muchas veces no es una posibilidad para ellas, ya que necesitan un ingreso diario que no obtendrían en caso de dejar de salir a trabajar.
Por eso, desde el CACEH se inició una campaña para fomentar el diálogo entre empleadores y trabajadoras para compartir información sobre el COVID-19 y establecer acuerdos solidarios y apegados a los derechos de las trabajadoras del hogar.
Sin embargo –explicó Marcelina Bautista– después de que se anunció que la Jornada de Sana Distancia duraría hasta el 30 de abril, las trabajadoras reportaron a CACEH distintas violaciones a sus DH laborales, entre ellas que los empleadores dejaron de responderles el teléfono y ya no los encuentran, o que prometieron pagarles a través de una transferencia bancaria pero nunca lo hicieron.
Otros escenarios, explicó la también iniciadora del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), es que a algunas trabajadoras que se emplean “de planta” (que habitan por varios días el domicilio en el que laboran) y ya no se les permite salir durante sus días de descanso, durante los cuales incluso se les obliga a seguir trabajando. Algunas empleadas llevan ya hasta dos meses en esta situación contra su voluntad y sin poder ver a sus familias.
Las trabajadoras que están en esta situación también denunciaron al CACEH que se les impide salir, mientras la familia empleadora entra y sale de las casas. En algunos casos incluso se les ha impedido tener consultas médicas.
La defensora de los DH laborales también reveló que hay empleadores que exigen a las trabajadoras que lleven gel, guantes y mascarilla, pero todos estos son utensilios de trabajo que el patrón debería proporcionar.
“Muchas ahorita no están teniendo trabajo porque ya no hay certeza de que sí van a encontrar a los empleadores, de que sí las van a contratar o que las vuelvan a recibir, pero mientras tanto no tienen recursos en este momento. Tampoco tienen seguridad social, por lo que no pueden acceder a muchos programas de apoyo”, explicó Bautista.
Insuficiente Programa Piloto para incorporar trabajadoras del hogar al IMSS
La senadora por Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, refirió que de las 2.2 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar en México –98 por ciento mujeres– menos del 1 por ciento (19 mil) han sido registradas a la seguridad social como parte del programa piloto que inició en 2019.
Esto es importante durante la pandemia, ya que entre las medidas que ha tomado el gobierno federal para apoyar a la clase trabajadora se observó que el IMSS pague el salario de quienes no puedan trabajar por el COVID-19, pero quien no tiene seguridad social no puede acceder a este derecho.
Este 31 de marzo, el Programa Piloto para incorporar a trabajadoras del hogar al IMSS cumplió un año de estar activo; sin embargo, según datos oficiales, de las 2.2 millones de personas (98 por ciento mujeres) que se dedican a esta labor, sólo se logró registrar a 19 mil 648 trabajadoras, un total de 21 mil 592 personas aseguradas tomando en cuenta a sus hijas e hijos. De esta cifra, 73 por ciento son mujeres con edad promedio de 49 años y el resto son hombres de 55 años. Se les registró con cinco mil 176 pesos.
Al respecto, Bautista enfatizó que las trabajadoras del hogar deberían ser sujetas a los mismos derechos que cualquier empleador: contratos, jornadas establecidas y, en este caso, el acceso a la salud. Sin embargo, los empleadores han mostrado mucha resistencia para asegurar a las trabajadoras.
A fin de eliminar los obstáculos para los empleadores durante la contingencia, las defensoras de los derechos laborales pidieron al IMSS que habilitara una forma de pago en línea y que condone el pago de los empleadores pero que mantenga el derecho de las trabajadoras.
“Este programa piloto es así porque se está dando la oportunidad de que los empleadores reporten las trabas. En septiembre termina el programa y será obligatorio a partir de octubre que toda persona que emplee a una trabajadora del hogar le garantice seguridad social”, dijo Bautista y recordó que, aún sin inscribirla, en caso de que una trabajadora del hogar enferme, los empleadores deben hacerse cargo.