Reforma
Un mes antes de que Rogelio Jiménez Pons fuera relevado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador de la dirección general de Fonatur, ese organismo pactó la compra de un terreno en Cancún por mil 823.6 millones de pesos, sin contar con los avalúos correspondientes.
Según el contrato de promesa de compraventa, celebrado el pasado 15 de diciembre, se trata de 10 lotes situados frente al Aeropuerto Internacional de Cancún que serán destinados para el Tren Maya y que suman en su conjunto 3.7 millones de metros cuadrados.
El contrato establece que el precio podría modificarse si el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) emite un avalúo con un monto inferior al pactado y pone como fecha límite para la emisión del documento el próximo 15 de febrero.
Pese a esta condición, Fonatur ya transfirió como “depósito de seriedad” 364.7 millones de pesos a la parte vendedora, identificada como Fideicomiso 2014 de Banca Mifel. De acuerdo con fuentes familiarizadas con la transacción, existen un par de estimaciones de valor, que no son avalúos, realizadas por el Indaabin y una empresa particular. El primero cifró entre 30 y 70 pesos el valor del metro cuadrado; la segunda, le otorgó un valor que va de 610 a 690 pesos el metro cuadrado.
Si se toma en consideración el precio pactado y la superficie de los inmuebles, la promesa de compra se fijó en 490 pesos el metro cuadrado. Por parte de Fonatur, el contrato fue suscrito por Alejandro Varela Arellano y Humberto Antonio Suárez Castillo, el primero era el director jurídico y dejó el cargo tras la salida de Jiménez Pons el pasado 11 de enero.
Por la parte vendedora firmaron Diana Angélica González Fragoso y Lizbeth Ariadna Camarillo López, quienes se acreditaron como delegadas fiduciarias y establecieron estar actuando por instrucciones de la Asamblea de Fideicomitentes del Fideicomiso 2014. Registros de la Plataforma Nacional de Transparencia refieren que en 2017 el empresario hotelero Alan Becker, acreditándose como representante del Fideicomiso 2014, requirió información a varias autoridades sobre la no existencia de algún procedimiento administrativo sobre los predios ahora en venta.
Pese a lo cuantioso de la transacción, que de concretarse sería la más grande hecha por Fonatur en su historia, el asunto no fue sometido a la aprobación del Consejo de Administración de Fonatur Tren Maya ni se hizo del conocimiento del Comité Técnico de Fonatur.
Este sería el segundo predio que Fonatur compra en las inmediaciones del aeropuerto de Cancún, pues en 2021 adquirió en esa misma zona un terreno con una superficie de un millón 890 mil metros cuadrados por el que pagó a Banco Azteca mil 257.9 millones de pesos, a razón de 665 pesos el metro cuadrado.