Reforma
La devastación ambiental que está provocando la nueva ruta del Tren Maya, entre Cancún y Tulum, sólo constata que la obra es destructora, está mal hecha y es un capricho del Presidente López Obrador, afirmó el activista Pedro Uc, integrante de la Asamblea por la Defensa del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal.
“Una de las cosas que han venido sucediendo es que entran a destruir, pero luego se dan cuenta que no es el mejor rumbo y cambian y se van a otro lugar a destruir. Así han estado, de lugar en lugar, y esto ha resultado en un impacto (ecológico) muy grave que no se va compensar de ninguna manera”, afirmó.
“Esta fue una decisión política que ha tomado el Presidente de terminar con urgencia un proyecto, aunque mal hecho, y que ponga en riesgo la vida de mucha gente, pero también que destruya el medio ambiente”, aseguró el representante del colectivo que en 2021 consiguió dos amparos contra la obra.
REFORMA publicó ayer que el nuevo trazo del tramo de Cancún a Tulum del Tren Maya, para evitar el paso por el centro de Playa del Carmen, ha devastado selva virgen a lo largo de 120 kilómetros, sin que existan los estudios ambientales. Lo anterior, a pesar de que ya se habían talado 22 mil árboles en la primera ruta.
Pedro Uc acusó que, desde el inicio, el Gobierno no quiso presentar un estudio de impacto ambiental general de la obra y que con la nueva ruta entre Cancún y Tulum, modificada para no afectar a los hoteles de lujo, se afectarán también más de 6 mil cenotes y ríos subterráneos.
“Es una obra mal hecha que implica la destrucción del espacio, porque es un proyecto muy grande que está destruyendo una buena parte de la Península, pero además, si se hace mal, representa un riesgo para los usuarios”, dijo el integrante del Consejo Nacional Indígena.
En la plataforma change.org, ciudadanos han iniciado una solicitud para detener la nueva ruta del Tren Maya que, aseguran, destruirá cenotes y cuevas de Quintana Roo. En tres semanas ha reunido más de 63 mil firmas.
“Esta petición nace con el objetivo de llegar al Presidente de la República Mexicana para que detenga por completo los planes de construcción del Tren Maya sobre las cuevas y cenotes de Quintana Roo. La construcción precipitada de este proyecto atenta a la salud de los ecosistemas y su biodiversidad, a la conservación de la fauna, de los mantos acuíferos que son fundamentales para el atractivo turístico y para la naturaleza”, señala la convocatoria.
Los firmantes señalan que el Tren Maya, presupuestado originalmente en 120 mil millones de pesos, atravesará por la selva, fragmentándola y causando impactos irreversibles a la vegetación, al suelo, al agua, a la biodiversidad y acelerando la urbanización.
Aunque reconocen que la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos ambientales totales, advierten que ha provocado deforestación, afectaciones a las cavernas, lagunas, aguadas, manglares y cenotes y extinción de flora y fauna.
“No se están considerando las cavernas, lagunas, aguadas, manglares y cenotes por los cuales pasará el Tren Maya en su nuevo trazo. En particular, los más de mil kilómetros explorados entre Playa del Carmen y Tulum”, alertan.
Paraíso afectado
Daños ocasionados por el Tren Maya en la ruta que va de Cancún a Tulum, según organizaciones ambientalistas: 120 kilómetros de selva virgen devastados. 8,736,000 árboles y plantas talados con el nuevo trazo. 6,000 cenotes y ríos subterráneos en peligro. 22,000 árboles talados en el trazo original. – Daño en lagunas, aguadas, manglares.
