Siete incendios forestales se han registrado en el estado en lo que va del año, afectando 170.004 hectáreas del macizo forestal de Quintana Roo; tres de ellos siguen activos, decenas de combatientes siguen en la zona de afectación con los trabajos contra el fuego.
Es más del doble de incidentes que se registraron
En el mismo período del año pasado se registraron solamente tres y con una superficie afectada de 1,472 hectáreas; lo que indica que la presente temporada de calor inició fuerte.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) informó que en el municipio de Bacalar están activos los incendios forestales denominados La Aguada, en la localidad de Vallehermoso, y que ya lleva 50 hectáreas de vegetación afectadas.
Por lo pronto, 16 brigadistas están en la zona tratando de controlar el fuego.
El segundo fue ubicado a 3.9 kilómetros al sur de la comunidad Nueva Jerusalén, también en el municipio de Bacalar y que fue denominado como El Bajío, con un total de 15 hectáreas de vegetación arbustiva afectadas. 20 brigadistas realizan los trabajos de contención del fuego. Ambos siniestros iniciaron el 3 de abril.
El tercero que se encuentra activo es El Ciricote, ubicado al oeste-noroeste de Xpu-há en el municipio de Solidaridad, en el norte del estado.
Según las cifras oficiales, tiene una superficie afectada de 2.5 hectáreas de vegetación arbustiva y son 12 los combatientes del fuego que siguen con los trabajos de control y liquidación.
Los registros de la Conafor muestran que en el presente año ya se tuvo un incendio en el municipio de Solidaridad; tres en el municipio de Tulum y tres más en Bacalar.
Las principales causas que iniciaron los incendios forestales ocurridos, tres fueron por actividades de cambio de uso de suelo, dos por quemas agropecuarias, uno por cazadores y otro más por fogatas; es decir, todos ocasionados por la mano del hombre.
Román Uriel Castillo Carballo, suplente legal de la Conafor en Quintana Roo, insistió a la población en general a la prevención de incidentes forestales, por lo que se deben extremar las actividades del manejo del fuego en zonas arbustivas altamente combustibles.
