La presencia de los frentes fríos o nortes ha provocado una fuerte erosión a las playas de Playacar, ubicadas después del muelle Navega; las olas golpean ya las estructuras de algunas residencias, así como los muros de contención de hoteles y las escolleras.
Los prestadores de servicios turísticos esperan que después del invierno las playas se recuperen sin que sea necesario invertirles millones de pesos.
Es evidente la pérdida de los amplios arenales que se han reducido drásticamente en la zona de Playacar, donde se ubica la principal zona hotelera de Playa del Carmen, edificios condominales y residencias; donde los turistas disfrutan las bellezas del mar Caribe, causando preocupación, porque las playas son el principal atractivo de este polo vacacional y la esperanza es que el problema sea cíclico y no permanente como sucedió hace una década.
Los empresarios piden a los tres órdenes de gobierno estar alertas del problema de la erosión, porque se tendrían que poner en marcha programas de recuperación, ya que la economía del municipio depende del turismo y el principal atractivo son las playas de arena blanca y fina, y su carencia podría provocar pérdidas económicas como ocurrió en el 2019, con el atípico recale del sargazo que afortunadamente ha venido en menor cantidad y se espera que siga así.
Quienes viven de prestar servicios en las playas, consideran que las autoridades deben darle seguimiento a la erosión de playas y en su caso, preparar un plan de acción porque el problema debe atenderse de forma expedita, lo mismo que el recale del sargazo, porque ambos problemas afectan la economía local y nacional.
