Por Carlos Ramírez
@carlosramirezh
Aunque la información ha sido desglosada desde 2005, la última evaluación de la DEA sobre la amenaza nacional de las drogas fechada en 2020 revela que el 85% de los Estados de la Unión americana tienen presencia e influencia dominante de las principales organizaciones criminales transnacionales de México y que nueve cárteles mexicanos controlan el ingreso ilegal, distribución y venta al menudeo de droga en las principales ciudades de Estados Unidos.
En términos oficiales, la demanda de drogas para los consumidores adictos de Estados Unidos es el principal motor de funcionamiento de los cárteles mexicanos en México y desde 2005 la DEA ha detectado la presencia expansiva del narcotráfico mexicano y nada ha hecho para contener su consolidación ni para disminuir el consumo de drogas que es el factor que determina la existencia, funcionamiento y fortalecimiento de organizaciones criminales en México y EU.
El día en que disminuya o se corte el flujo de drogas para su distribución en las calles, Estados Unidos entraría en una fase de violencia popular incontenible. En este sentido, la disponibilidad de drogas para los consumidores que no tienen remedio es un factor de estabilidad social, además de que la permisividad en la distribución y consumo de drogas en otros sectores juega un papel fundamental en el control de importantes sectores sociales que solo viven para el consumo.
De acuerdo con datos oficiales, los consumidores reconocidos en Estados Unidos pueden llegar al 10% de la población –alrededor de 33 millones de personas– cuya demanda es suficiente para los volúmenes de producción en el extranjero y de contrabando hacia Estados Unidos. Sin embargo, las cifras reales de consumidores son mucho mayores y podrían a llegar al 50% de los estadounidenses. Los cárteles mexicanos que controlan el contrabando, distribución y venta de drogas al menudeo dentro de Estadio Unidos –de acuerdo con la DEA– son los siguientes:
• Cártel de Sinaloa
• Cártel Jalisco Nueva Generación
• Organización Beltrán-Leyva
• Los Zetas y el Cártel del Noroeste.
• Guerreros Unidos.
• Cártel del Golfo.
• Cártel de Juárez y La Línea.
• La Familia Michoacana.
• Y Los Rojos.
El perfil del narcotráfico en Estados Unidos lo tiene muy bien detectado a la DEA: los principales miembros de los cárteles mexicanos que operan en Estados Unidos se remontan a las principales figuras de los cárteles en México, a menudo a través de lazos familiares. Y se han detectado evidencias de que muchos dirigentes de los cárteles en Estados Unidos regresan a México y reciben puestos de alto rango por sus éxitos profesionales.
Los dos cárteles mexicanos más importantes que operan con impunidad en Estados Unidos son el Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán porque mantiene la influencia nacional más amplia a lo largo de la costa oeste –California–, en el medio oeste y en el noreste. El Cártel Jalisco, a su vez, es considerado por la DEA como el segundo más importante con mayor influencia dentro de Estados Unidos y crecimiento exponencial.
Los cárteles mexicanos que controlan la droga en Estados Unidos se dedican a las siguientes actividades: distribución o transporte de drogas, consolidación de las ganancias de las drogas o lavado de dinero y funcionan como unas cadenas de suministro para maximizar la seguridad operativa, además de que su funcionamiento es celular para desorientar a las autoridades. La exitosa comercialización de droga mexicana en Estados Unidos ha llevado ya a niveles de expansión a través de contratistas independientes mexicanos o de origen estadounidense.
Los Estados de Estados Unidos que se salvan de la presencia de los cárteles mexicanos en sus calles son siete, del total de 50: Oregón, Montana, Wyoming, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Minnesota y Maine. Los cinco principales cárteles detectados son los siguientes: Sinaloa, Jalisco, Golfo, Beltrán-Leyva y Los Rojos. Y a nivel de territorios específicos, destacan San Diego, Phoenix, Houston y Miami.
La estructura de funcionamiento de los cárteles mexicanos en Estados Unidos ha sido posible por la pasividad de las autoridades. La demanda de droga de los adictos estadounidenses ha facilitado la consolidación del crimen organizado mexicano dentro de EU y basan su funcionamiento en el ingreso de contrabando de fentanilo, heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana, además de un nuevo contrabando de drogas que representan las medicinas con control de recetas. Y para fortalecer el funcionamiento de los carteles, se han detectado ya alianzas con grupos delictivos, pandillas transnacionales, pandillas callejeras, pandillas de prisiones y organizaciones asiáticas de lavado de dinero. Mientras exista la demanda de droga por consumidores estadounidenses en narcotráfico en México seguirá en expansión.
Política para dummies: La política consiste en culpar a los demás.
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