- La red social anuncia acciones legales contra el magnate dueño de Tesla
Madrid
Elon Musk, fundador de Tesla, quiere dar carpetazo a la compra de Twitter, luego de casi tres meses de haber lanzado una oferta de 44.000 millones de dólares para hacerse con la red social. El magnate ha comunicado este viernes que sus asesores han enviado una carta a Twitter notificando formalmente que rescinde el acuerdo de compra, después de haber solicitado formalmente en varias ocasiones información relacionada sobre el número de cuentas falsas que se encuentran en la plataforma, así como la manera de Twitter de auditar y suspender las mismas.
En concreto, Musk alega que la red social ha incumplido algunas disposiciones del acuerdo y que le hizo declaraciones falsas y engañosas al momento de la firma, con lo que consideraba que eso era una “brecha” inasumible. La reacción no se ha hecho esperar y en las operaciones fuera de mercado de la bolsa de Nueva York, las acciones de Twitter caen casi un 5%, mientras que las de Tesla se revalorizan más de un 2,5%.
La respuesta de Twitter tampoco ha tardado. El presidente de la red social, Bret Taylor, ha informado que el Consejo Directivo de la compañía va a “emprender acciones legales”, que serán llevadas al Tribunal de Delaware, donde se dirimen los grandes litigios comerciales en Estados Unidos (EE UU), para obligar a Musk a cumplir el acuerdo pactado. En un tuit, Taylor añadió que están “determinados a cerrar el acuerdo en el precio y condiciones fijados” con el fundador de Tesla.
La decisión de Musk pone fin a más de tres meses de incertidumbre sobre si se llevaría a cabo la operación, pues desde que lanzara la opa sobre Twitter el mercado nunca creyó que fuera a materializarse. Musk ofreció el pasado abril una oferta de compra por Twitter por 44.000 millones de dólares (43.197 millones de euros al cambio actual), que a los pocos días fue aceptada por la plataforma social. Al precio del cierre de Wall Street este viernes, la red social vale “unicamente” 28.130 millones de dólares.
En un hecho relevante, los abogados de Musk han señalado que la compañía ha fracasado o se ha negado a responder a las solicitudes de información sobre las cuentas falsas, una información que el fundador de Tesla considera esencial para poder conocer el potencial de negocio de la red social.
La noticia llega pocas horas después de que The Washington Post asegurara que la adquisición corría un grave peligro. Y es que, según explicaban personas conocedoras de la situación citadas por el rotativo, el equipo del magnate había concluido que las cifras de la red social sobre las cuentas falsas no son verificables, lo que habría llevado al fundador de Tesla a dejar de participar en conversaciones con inversores para financiar la compra.
El entorno de Musk explicó que no habían logrado confirmar los bots y usuarios falsos, pese a haber tenido acceso a datos internos de la red social, con lo que veían imposible evaluar las perspectivas de negocio de Twitter. Musk había puesto como requisito para la compra que el número de cuentas falsas estuviera por debajo del 5%. Y, aunque los responsables de la red social insisten en que los bots rondan esa cifra, Musk sospecha que el número puede rondar el 20%.
El mercado, en cualquier caso, cree que las cuentas falsas no son la única razón que ha llevado a Musk a querer poner fin al acuerdo con Twitter, pues muchas voces aseguran que este asunto no era algo desconocido para el magnate cuando pactó la compra. Otra razón puede ser el alto precio pactado por la compra. Las acciones de la red social han caído más de un 30% desde que el multimillonario lanzara la opa sobre la compañía el pasado mes de abril, lo que le llevaría a pensar que está pagando de más por ella.
Las títulos de Twitter se han ido alejando estos últimos meses de los 54,2 dólares por acción que ofreció Musk. Este viernes las acciones de la red social cayeron un 5,10%, hasta los 36,8 dólares. Semanas de turbulencias han borrado miles de millones del valor de muchas empresas tecnológicas y también de Twitter.
Detrás de la cancelación de la compra -que ya la había puesto en suspenso Musk el pasado mayo- también podrían estar las finanzas personales de Musk. Su estatus como hombre más rico del mundo está ligado a su participación en Tesla y cuando pactó la operación había planeado depender de sus acciones en esta compañía para ayudar a financiar la compra de la red social.
Tras el movimiento de Musk y las declaraciones de Twitter todo parece apuntar a que el caso va a desembocar en un litigio largo, pues las compras acordadas no son tan fáciles de suspender. Por lo pronto, el magnate estaría obligado a pagar 1.000 millones de dólares por abandonar la adquisición. Pero la situación podría complicársele, pues tal y como aseguraba semanas atrás un abogado especializado en compras corporativas consultado por el FT, los tribunales de Delaware han sido casi siempre crueles con los compradores que han buscado alejarse de los acuerdos firmados.
El desenlace de la operación Musk-Twitter está en el aire y no va a resultar fácil para ninguno de los afectados, como ya apuntaba este periódico el pasado mayo. Pese a las declaraciones de Twitter, habrá que ver hasta qué punto le interesa enfangarse en un litigio costoso y largo. La red social está en pleno recorte de contrataciones para ahorrar en costes. Este viernes anunció que despide al 30% de su división de recursos humanos. Musk ya dijo a los empleados de la red social en junio en una charla virtual, la primera que tenía con ellos, que “los costes [en Twitter] superaban a los beneficios. La situación no es muy buena”, señaló.
Los expertos confían en que Twitter luche por el acuerdo “por el bien de los accionistas”, pues creen que la red social, que inicialmente se opuso a la compra de Musk, sería una empresa más débil si la opa no prospera. EL PAÍS/Marimar Jiménez Foto: Jonathan Newton/Twp Getty Images