Geopolítica Salvador González Briceño* Diario El Independiente
- La trágica verdad es que si Occidente no hubiera buscado expandir la OTAN a Ucrania, es poco probable que una guerra hubiera estallado en Ucrania.
Profesor del Servicio Distinguido R. Wendell Harrison de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago, así como profesor honorario de Ciencias Políticas en la Escuela Superior de Relaciones Internacionales, John Mearsheimer es uno de los internacionalistas más importantes a lado de Kissinger y Joseph Nye y el pasado 16 de junio ofreció una conferencia en la Universidad Europea en Florencia.
Ahí afirmó, entre otros postulados, que Estados Unidos y la OTAN tienen toda la culpa en el derramamiento de sangre en Ucrania. Aquí están tratando de derrotar a Rusia y no se detendrán ante la escalada del conflicto. Pero “la historia condenará severamente a Estados Unidos por su política sorprendentemente demente hacia Ucrania”.
“La guerra en Ucrania —dice el maestro de la teoría del ‘realismo ofensivo’—, es una catástrofe multifacética que probablemente empeore en un futuro previsible. Cuando una guerra tiene éxito, se presta poca atención a sus causas, pero cuando su resultado se vuelve catastrófico, comprender cómo sucedió se vuelve primordial. La gente quiere saber: ¿Cómo llegamos a una situación tan terrible?
“He sido testigo de este fenómeno dos veces en mi vida, primero durante la Guerra de Vietnam y luego durante la Guerra de Irak —y con esta guerra son tres, bien puede asegurar—. En ambos casos, los estadounidenses querían saber cómo su país pudo haber calculado tan mal. Dado que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN jugaron un papel decisivo en los hechos que desembocaron en el conflicto militar de Ucrania, y ahora juegan un papel central en esta guerra, es oportuno evaluar la responsabilidad de Occidente en este colosal desastre.”
La propuesta de “realismo ofensivo” de Mearsheimer, que bien atiende los acontecimientos desde su origen como expresiones de poder de uno(s) contra otros(s) países, sea en condiciones de dominio o peor aún en situación de guerra, dice sobre el tema. Y lo argumenta en dos puntos:
“En primer lugar, Estados Unidos tiene la culpa principal del surgimiento de la crisis ucraniana. Esto no niega que Putin lanzó una operación especial militar en Ucrania, y también es responsable de las acciones que el ejército ruso está tomando allí. Pero esto tampoco niega que los aliados también tengan cierta parte de culpa en Ucrania, aunque en su gran mayoría simplemente siguen ciegamente a Estados Unidos en este conflicto.
BIDEN Y SUS ESFUERZOS ANTIRRUSOS
“Mi argumento principal es que Estados Unidos ha seguido y sigue una política hacia Ucrania que Putin y otros líderes rusos ven como una amenaza existencial para Rusia. Y lo han dicho repetidamente a lo largo de los años. Me refiero especialmente a la obsesión de Estados Unidos por arrastrar a Ucrania a la OTAN y convertirla en un bastión de Occidente en la frontera con Rusia. La administración Biden no ha querido eliminar esta amenaza con la ayuda de la diplomacia y de hecho en 2021 confirmó el compromiso de Estados Unidos de aceptar a Ucrania en la OTAN. Putin respondió con una operación especial militar en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de este año”.
Pero: “En segundo lugar, la administración Biden reaccionó al inicio de la operación especial prácticamente duplicando sus esfuerzos antirrusos. Washington y sus aliados occidentales están decididos a lograr la derrota de Rusia en Ucrania y aplicar todas las sanciones posibles para debilitar significativamente el poder ruso. Estados Unidos no está seriamente interesado en encontrar una solución diplomática al conflicto, lo que significa que es probable que la guerra se prolongue durante meses, si no es que años.
“Al mismo tiempo, Ucrania, que ya ha sufrido terriblemente, se verá aún más dañada. De hecho, Estados Unidos está ayudando a Ucrania a seguir el falso camino de las “victorias” imaginarias, de hecho, llevando al país al colapso total. Además, también existe el peligro de una mayor escalada del conflicto ucraniano, ya que la OTAN puede estar involucrada en él, y las armas nucleares pueden usarse durante las hostilidades. Vivimos tiempos llenos de peligros mortales.”
¿Quiénes son o resultarán ser los países más perjudicados? Y ¿Hasta dónde considera entonces que llegará este conflicto? Con estas cuestiones seguimos el hilo del discurso de Mearsheimer, que es tan extenso como importante, para acotar el tema mismo. Y respondemos en las propias palabras del ponente, tan escuchado y atendido ahora desde que en 2001 vaticinó que China se convertiría en “una competencia estratégica para los Estados Unidos por la supremacía internacional”.
Por entonces pocos lo tomaron en serio. Pero él sostenía que solo el “engagement” o la participación de China en instancias internacionales como la Organización Mundial de Comercio, relanzaría al país asiático ante las potencias económicas mundiales. Como fue. Sobre la primera pregunta que elegimos para seccionar el tema, nuestro autor dice:
“Existe una fuerte creencia generalizada en Occidente de que Putin tiene toda la responsabilidad por la crisis en Ucrania y, por supuesto, por las hostilidades en curso en el territorio de este país. Dicen que tiene ambiciones imperiales, es decir, busca conquistar Ucrania y otros países, y todo esto con el objetivo de crear una gran Rusia que tenga cierto parecido con la antigua Unión Soviética. En otras palabras, Ucrania es el primer objetivo de Putin, pero no el último. Como dijo un científico, ‘persigue un objetivo siniestro y de larga data: borrar a Ucrania del mapa del mundo’. Dados estos supuestos objetivos de Putin, es bastante lógico que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN y que la alianza aumente el número de sus fuerzas en Europa del Este. La Rusia imperial, después de todo, debe ser contenida.”
ESTADOS UNIDOS, AGENTE DE LA TRAMA
Con la salvedad que: “Ucrania, que ya ha sufrido terriblemente, se verá aún más dañada. De hecho, Estados Unidos está ayudando a Ucrania a seguir el falso camino de las ‘victorias’ imaginarias, de hecho, llevando al país al colapso total. Además, también existe el peligro de una mayor escalada del conflicto ucraniano, ya que la OTAN puede estar involucrada en él, y las armas nucleares pueden usarse durante las hostilidades. Vivimos tiempos llenos de peligros mortales.”
Pero además, para afinar el entendimiento: “La principal raíz de la actual crisis en Ucrania son los esfuerzos de Estados Unidos por convertir a este país en un bastión de Occidente en las fronteras de Rusia. Esta estrategia tiene tres direcciones: la integración de Ucrania en la UE, la transformación de Ucrania en una democracia liberal pro occidental y, lo que es más importante, la inclusión de Ucrania en la OTAN”.
En esto, “la política estadounidense tiene dos consecuencias importantes: Primero, aumenta significativamente la amenaza existencial que enfrenta Moscú en esta guerra y hace que su victoria en Ucrania sea más importante que nunca. Al mismo tiempo, esta política estadounidense significa que Estados Unidos está profundamente comprometido con que Rusia pierda. La administración Biden ahora ha invertido tanto en su guerra de poder en Ucrania, tanto material como retóricamente, que una victoria rusa significaría una derrota aplastante para Washington.
“En pocas palabras, el conflicto en curso en Ucrania es una catástrofe colosal que, como señalé al comienzo de mi discurso — John Mearsheimer—, obligará a personas de todo el mundo a buscar sus causas. Aquellos que creen en los hechos y la lógica descubrirán rápidamente que Estados Unidos y sus aliados son los principales responsables de este descarrilamiento de nuestro tren común. La decisión tomada en abril de 2008 sobre la adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN es[1]taba destinada a desembocar en un conflicto con Rusia. La administración Bush fue principal artífice de esta fatídica elección, pero las administraciones de Obama, Trump y Biden intensificaron y agravaron esta política a cada paso, y los aliados de Estados Unidos siguieron obedientemente a Washington. A pesar de que los líderes rusos dejaron muy claro que la adhesión de Ucrania a la OTAN significaría cruzar las ‘líneas rojas más contrastantes’ de Rusia.
Conclusión: La trágica verdad es que si Occidente no hubiera buscado expandir la OTAN hacia Ucrania, es poco probable que una guerra hubiera estallado en Ucrania hoy, y lo más probable es que Crimea aún fuera parte de Ucrania. De hecho, Washington ha jugado un papel central en llevar a Ucrania por el camino de la destrucción. La historia condenará severamente a Estados Unidos y sus aliados por su sorprendentemente estúpida política hacia Ucrania. Así cierra nuestro invitado hoy.
* geopolítica.com
@sal_briceo