Si no hay algo que le dé oxígeno a la industria, se perderán 300 mil empleos, entre formales e informales, advierte a Canirac
Forbes México/Notimex Foto: Isaac Esquivel/iem/hth/
La industria restaurantera en México enfrenta la peor crisis de su historia, pues hasta este momento, 15 por ciento de las unidades económicas formales de este rubro al fin de la pandemia “ya no abrirán, morirán en esta crisis”, en tanto que otras 50 por ciento, “dependiendo de los apoyos que logren, luchan por salir, pero tienen alto riesgo de quebrar”.
En entrevista con Notimex, el presidente de la Cadena de Restaurantes de México de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentado (Canirac), Germán González, explicó que en México existen 500 mil unidades económicas dedicadas a la industria restaurantera.
De ellas, 97 por ciento se compone de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), donde la mayoría son informales con pequeños puestos de comida, y el restante 3.0 por ciento se integra por los medianos y grandes restaurantes formales.
De los restaurantes grandes, un promedio de 20 mil, donde se ubican las cadenas de restaurantes que se anuncian, negocios con entre 10 y 20 empleados, es donde más habrá quiebras, afectando directamente al empleo que en total tiene dos millones 187 mil empleos. Y “si no hay algo que le dé oxígeno a la industria, se perderán 300 mil empleos, entre formales e informales”.
“Es una situación tristísima”, apunta German González, pues señaló que desde que inició la emergencia, desde el puente del 13 al 16 de marzo, muchos restaurantes vieron caer sus ventas en rangos de 70 a 75 por ciento.
Para el 23 al 30 de abril, la mayoría cerró, sobre todo aquellos que no tenían desarrollado el servicio a domicilio, porque no tuvieron cómo entregarlo o no estuvieron en plataformas digitales, “tiempo en el que las ventas cayeron 90 por ciento”.
Así, explicó el directivo, “nos hemos mantenido” con un mínimo de ventas en abril y esta parte de mayo.
Reconoció que muchos restaurantes tratan de sobrevivir con la adecuación de sus servicios, por ejemplo, con un menú reducido para entregar a la puerta a domicilio, otros habilitaron meseros para llevarlos en sus coches y entregar al cliente.
Sin embargo, los ingresos no son suficientes; “los únicos que han doblado sus ventas son aquellos que ya tenían bien diseñado sus plataformas de comida a domicilio, como los de hamburguesas, alitas, pizzas, sushi, pero sigue siendo insuficientes para contener la cantidad de gastos que tenía la industria”.
“La estamos pasando muy mal, las empresas eran solventes y ahora se han transformado en empresas que tienen muy poco ingreso y los gastos fijos no cambian, se tiene que pagar la nómina, servicios electricidad, arrendamientos, impuestos. En general, la industria está muy lastimada”.
Sobre los apoyos del gobierno federal, como el programa de créditos a la palabra de 25 mil pesos por unidad, dijo que “son positivos pero insuficientes”, porque para un negocio con 20 empleados no se puede pagar ni la nómina, “ni más ricos ni más pobres”.
Germán González agregó que a ello se suma que cuando se regrese a las actividades productivas, los restaurantes no serán los primeros, y además hay que cumplir con nuevos protocolos para el distanciamiento y extremar precauciones sanitarias, para que sea seguro el regreso de los establecimientos.