Estaciones de metro y carreteras quedaron bajo el agua en Seúl, la capital surcoreana, tras unas lluvias torrenciales que comenzaron el lunes, causando graves inundaciones que hasta ahora han cobrado la vida de al menos siete personas y otras siete desapariciones, según reportaron las autoridades.
Partes de Seúl, la provincia de Gyeonggi y la ciudad de Incheon, registraron más de 100 milímetros de lluvia por hora, mientras que en un distrito de la capital se llegó al récord de los 141.5 milímetros, siendo la precipitación más importante registra[1]da en Corea del Sur desde 1942.
El martes por la mañana el presidente Yoon Suk-yeol ordenó a su gobierno evacuar a los residentes de zonas de alto riesgo y animó a las empresas a permitir mayor flexibilidad en los horarios de trabajo. Aún ayer, las perturbaciones continuaban con numerosas carreteras y túneles cortados, el cierre de rutas de senderismo y la suspensión de los servicios de ferri. / AFP