La prescripción de medicamentos para tratar trastornos psiquiátricos en adolescentes estadounidenses ha crecido exponencialmente en los últimos años, con casos en los que incluso consumen hasta 10 fármacos al mismo tiempo.
Tal es el caso de Ranae Smith, una menor que desde los 15 años recibió su primera receta para Prozac y que terminaría con otros ocho medicamentos, algunos para mitigar los efectos de otros, según el testimonio de la joven en un reportaje de The New York Times.
Y es que el 40.7% del segmento de pacientes de 2 a 24 años a los que se les diagnosticó trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se les prescribió además al menos un medicamento más para tratar depresión, ansiedad o algún otro desorden de conducta, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Pediatrics en 2020.
Aunque especialistas hacen énfasis en la importancia y beneficio en el uso de estos medicamentos, también advierten el riesgo de su prescripción como una salida fácil a problemas más complejos que requieren terapias de mayor duración.
Los fármacos son recetados por años, aun cuando están pensados para el corto plazo, y pueden tener efectos secundarios como pensamientos suicidas, episodios psicóticos, trastornos en el desarrollo reproductivo y aumento de peso, según un reporte en la publicación especializada en Frontiers in Psychiatry.
Pese a que para México no hay cifras del consumo de medicamentos psiquiátricos específicos en niños, es relevante saber que al menos 5 millones padecen algún tipo de trastorno mental, de los cuales 2.5 millones requieren atención especializada, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud.