- Las Fuerzas Armadas están llevando a cabo operaciones en ciudades clave de la región de Járkov. Rusia ha cerrado la central nuclear de Zaporiyia
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha asegurado que el Ejército ucraniano ha recuperado en los diez primeros días de septiembre alrededor de 2.000 kilómetros cuadrados de territorio que se encontraba bajo la ocupación de las tropas rusas.
“Continúa el movimiento de nuestros soldados en diferentes direcciones del frente. En este momento, como parte de las acciones activas desde principios de septiembre, ya se han liberado cerca de 2.000 kilómetros de nuestro territorio”, ha afirmado en el discurso diario que dirige Zelenski a la nación. Fuentes independientes dan la razón al presidente ucraniano e incluso afirman que la ofensiva ucraniana es mayor. El Instituto para el Estudio de la Guerra habla ya de 2.500 kilómetros cuadrados recuperados.
De momento, las Fuerzas Armadas han informado de operaciones “en marcha” en varias localidades de la región de Járkov. Una de las más importantes se ha llevado a cabo en la localidad de Kupiansk, de 30.000 habitantes, que estaba controlada por las fuerzas rusas desde finales de febrero.
Por su parte, Moscú ha reconocido el repliegue de tropas en la zona, aunque atribuyéndolo a razones técnicas y no a las supuestas derrotas a las que ha aludido el presidente ucraniano durante su discurso. Según Zelenski, las Fuerzas Armadas de Rusia han tomado una “buena decisión” al huir. “El Ejército ruso está dando lo mejor de sí mismo, mostrando la espalda. Y, al final, es una buena decisión para ellos huir. No habrá lugar para los ocupantes en Ucrania”, ha aseverado.
La toma de Kupiansk supone un severo revés para los rusos, ya que la localidad era hasta ahora estratégica en sus líneas logísticas. Según algunos analistas los de Putin estarían viviendo una auténtica debacle en la zona e informaciones desde el terrero hablan de una auténtica desbandada en la que están dejando atrás cantidades ingentes de material.
Rusia cierra Zaporiyia
Además, las autoridades rusas que controlan la central nuclear ucraniana de Zaporiyia han detenido esta madrugada el último reactor que continuaba operativo en esta instalación energética debido a la persistencia de ataques contra la planta.
La desconexión de la red ucraniana, fruto de los constantes bombardeos en las inmediaciones de la planta, habían obligado a la central a operar en modo isla, de manera que el único reactor activo –el número seis– se limitaba a suministrar energía para las propias instalaciones.
El operador Energoatom ha explicado en su perfil de Telegram que, tras la restauración de una de las líneas externas el sábado por la noche, se ha tomado la decisión de paralizar y enfriar el reactor, alegando que es lo más seguro para evitar un posible desastre. LD/Agencia
