- Omar afirmó que él y su pareja prefieren tener, por ahora, sólo la responsabilidad de Kiki
Si bien la pandemia de Covid-19 trajo consigo un boom en los nacimientos en el país, al reportarse un aumento en la tasa de natalidad de los últimos once años; la tendencia de los jóvenes a dedicar tiempo a sus mascotas y no a tener hijos ha incrementado, en parte, por un tema económico.
Samantha y Alfredo son una pareja de 24 y 26 años, respectivamente, que lleva dos años de casada; sin embargo, “por el momento no está en nuestros planes tener un hijo. Pero tenemos una gatita que para nosotros es como una hija”, comentó Alfredo.
En una entrevista con este diario, ambos consideraron que pese a tener un trabajo estable, los gastos con un bebé subirían considerablemente, lo que por ahora no pueden costear. “Aunque suena feo es más gasto y nuestro sueldo no alcanza para eso”.
De acuerdo con el estudio realizado por la plataforma GFK pet ownership, México es uno de los lugares más “petlovers” a escala mundial. Lo anterior, destacan, debido al entorno socioeconómico que viven millennials y centennials.
“Creo que por el momento no estoy ni en las condiciones económicas ni psicológicas para tener un hijo”, dijo Isabel, de 26 años, quien opta por dedicarse a Kiki, su perrita.
En ese sentido, Eduardo León, psicólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el compromiso para con otro ser humano también incide en la decisión de las nuevas generaciones.
“Desde el punto de vista de la paternidad no sustituye tener un perro al tener un hijo; no habría un parámetro de comparación”. 24 HORAS/Dana Rubio-FES Aragón