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El presidente de Perú, Pedro Castillo, fue detenido este miércoles después de que el Congreso de su país lo destituyera por anunciar la disolución de esa Cámara y la instauración de un «gobierno de excepción».
Los eventos se precipitaron después de que el mandatario hiciera el inesperado anuncio en cadena nacional -que fue calificado de «golpe de Estado» por representantes de todo el espectro político- a pocas horas de una sesión del Congreso en la que debía votarse una moción de vacancia en su contra.
Tras el anuncio de Castillo, el Congreso terminó declarando la vacancia del presidente por «incapacidad moral», es decir, su destitución, con 101 votos a favor, y decretó que asuma la presidencia la vicepresidenta Dina Boluarte.
Según informan medios locales, Castillo se presentó después ante la prefectura de la Policía Nacional de Perú (PNP), donde fue puesto bajo custodia.
La PNP confirmó en su cuenta de Twitter que Castillo se encuentra detenido.
«Dando cumplimiento a nuestras facultades y atribuciones descritas en el art. 5 de D.L n.° 1267 Ley la Policía Nacional del Perú, efectivos PNP intervienen al expresidente Pedro Castillo», informó la institución en un tuit que luego fue borrado.
Posteriormente, Dina Boluarte juró como nueva presidenta de la República, la primera mujer en ocupar el cargo en Perú.
CRONOLOGÍA DE UNA JORNADA DE CAOS POLÍTICO
Este miércoles 7 de diciembre a las 15:00 hora local de Perú, estaban previstos el debate y la votación en el pleno del Congreso de la moción de vacancia contra Pedro Castillo.
Adelantándose a la votación, Castillo anuncia la disolución temporal del Congreso y la instauración de «un gobierno de emergencia excepcional».
Castillo precisa que se convocarán elecciones «en el más breve plazo» para establecer un Congreso con facultades para la elaboración de una nueva Constitución en un plazo «no mayor de 9 meses».
Figuras de la oposición y representantes internacionales califican las acciones de golpe de Estado y las comparan con las de Alberto Fujimori en 1992.
El Congreso rechaza la disolución y convoca pleno para las 12:30 hora local (17:30 GMT).
Se produce una ola de dimisiones en el gobierno con la renuncia de los ministros de Trabajo, Exteriores, Economía, Justicia y Defensa (aunque este último cita motivos personales).
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Perú rechazan la decisión de Pedro Castillo y señalan que acatarán la Constitución.
La Policía Nacional de Perú anuncia en un tuit posteriormente borrado que «dando cumplimiento a nuestras facultades y atribuciones descritas en el art. 5 de D.L n.° 1267 Ley la Policía Nacional del Perú, efectivos PNP intervienen al expresidente Pedro Castillo».
REACCIONES INTERNACIONALES
La rápida escalada en la situación política en Perú generó diversas reacciones a lo largo del continente.
La embajada de EU en Lima expresó su rechazo a «cualquier acto extra constitucional del presidente Castillo para impedir que el Congreso cumpla con su mandato».
Desde Chile, la Cancillería dijo que «lamenta profundamente la situación» y pidió una pronta solución.
«Asimismo, nuestro país hace un llamado enfático a que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales, y reafirma su compromiso con la democracia y el diálogo como el camino para superar este complejo momento», decía un mensaje de la Cancillería chilena en Twitter.
El canciller Marcelo Ebrard dijo que «México lamenta los últimos acontecimientos en Perú y hace votos por el respeto a la democracia y a los derechos humanos en bien de ese entrañable pueblo hermano».
Argentina dijo a través de su Cancillería que «lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política» e hizo un llamado «a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional».
La Organización de Estados Americanos (OEA) anunció una sesión del Consejo Permanente para discutir «los recientes acontecimientos en el Perú».
EL MENSAJE QUE PRECIPITÓ LOS HECHOS
Antes de su destitución y posterior detención, Castillo, en un mensaje a la nación, aseguró que su decisión de disolver el Congreso respondía a la «obstrucción» que ha enfrentado su gobierno por parte del Poder Legislativo.
«En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el estado de derecho y la democracia», expuso, para después anunciar las medidas que implicaba su decisión:
Disolver temporalmente el Congreso.
Convocar a elecciones de un Congreso constituyente.
Gobierno a partir de decretos ley hasta que no hubiera una nueva Constitución.
Toque de queda a nivel nacional a partir de este 7 de diciembre.
Reorganización del Poder Judicial y otros órganos de justicia.
Decomiso de armas en posesión ilegal de civiles.
«Se respetará escrupulosamente el modelo económico basado en una economía social de mercado», expuso el mandatario. «Se respeta y garantiza la propiedad privada».
UNA PRESIDENCIA PROBLEMÁTICA
Castillo asumió la presidencia en julio de 2021. Desde entonces, ha enfrentado múltiples acusaciones de corrupción y se ha visto obligado a reemplazar su cartera de ministros en varias ocasiones.
Tras el anuncio del presidente de este miércoles, los ministros de Economía, Justicia, Trabajo y Relaciones Exteriores, así como el embajador de Perú ante la ONU, anunciaron su dimisión.
El abogado de Castillo también anunció que renunciaba a representar a su cliente.
Poco después, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron: «Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú».
¿QUÉ JUSTIFICACIÓN DIO CASTILLO?
En su mensaje a la nación, el cual pronunció con la banda presidencial puesta, Castillo dijo que sus decretos vienen ante «la nefasta labor obstruccionista de la mayoría de los congresistas».
«Llevamos más de 16 meses de continua y obsequiada campaña de ataque sin cuartel a la institución presidencial, situación nunca vista en la historia peruana. La única agenda del Congreso desde el 29 de julio de 2021, en que juramentó el cargo de Presidente de la República, ha sido y es la vacancia presidencial», expuso.
Dijo que su gobierno ha invitado a la oposición al diálogo sin respuesta positiva. También criticó que el Legislativo no haya atendido los 70 proyectos de ley enviados por el ejecutivo.
Al referirse a las acusaciones que han motivado varias mociones de vacancia, como la programada para este miércoles, dijo que no han tenido una justificación.
«El Congreso, sin pruebas, imputa al presidente comisión de delitos, muchas veces con las solas afirmaciones hechas en la prensa mercenaria, corrupta y cínica, que injuria, difama y calumnia con un absoluto libertinaje», señaló.