Nueva York
Los usuarios de Twitter Inc. votaron a favor de que Elon Musk renuncie a su cargo al frente de la plataforma social en una encuesta que el multimillonario empresario dijo que respetaría, un duro reproche a su caótica gestión menos de dos meses desde que asumió el cargo.
Alrededor del 58 por ciento de los 17.5 millones de votos emitidos se mostraron a favor de que Musk dejara el liderazgo.
Si Musk hace caso de los resultados, marcaría el final de 53 caóticos días al frente de la empresa, en los que ha despedido a altos ejecutivos, eliminado a casi la mitad de sus empleados y asustado a los anunciantes
Musk, quien también es director ejecutivo de Tesla Inc y Space Exploration Technologies Corp, ha dedicado gran parte de su tiempo desde que adquirió Twitter el 27 de octubre al servicio de redes sociales, suscitando críticas por sus bruscos cambios de política y el descuido de sus otros negocios.
No es la primera vez que Musk somete importantes decisiones empresariales a los usuarios de Twitter. Realizó una encuesta entre sus seguidores sobre la conveniencia de restablecer la cuenta de Twitter de Donald Trump y le permitió regresar a la plataforma al día siguiente.
No hay un sustituto claro en Twitter, ya que casi todos los ejecutivos de alto rango han sido despedidos o han dimitido en los últimos meses. Musk añadió en tuits posteriores al lanzamiento de la encuesta que “nadie quiere el trabajo que realmente pueda mantener Twitter vivo. No hay sucesor” y “ha estado en la vía rápida hacia la bancarrota desde mayo”.
La amenaza que Twitter pueda entrar en dificultades financieras ha sido constante durante el mandato de Musk, quien en su primer discurso a los empleados de Twitter en noviembre dijo que la quiebra era una posibilidad si no empezaba a generar más efectivo.
La empresa tiene una deuda de casi 13 mil millones de dólares que ahora está en manos de siete bancos de Wall Street que han sido incapaces de transferirla a los inversionistas.
Musk había indicado anteriormente que sólo estaría al frente de Twitter durante un tiempo limitado para completar la revisión organizativa que creía que necesitaba para prosperar, y se ha quejado de tener “demasiado trabajo” y de dormir en la oficina de Twitter en San Francisco mientras aplicaba sus cambios radicales. El Financiero Bloomberg