La asamblea aprobó por unanimidad la propuesta de la legisladora morenista Anahí González en la que se busca una vigilancia más estricta, eficiente y eficaz sobre el material impreso de cada una de las entidades federativas del país, que se expende al público en los puestos de periódicos y revistas del país, a fin de que los expendedores cumplan con las especificaciones vertidas en el Reglamento sobre publicaciones y revistas ilustradas.
En el contenido del exhorto refirió que los medios de comunicación son una pieza fundamental de nuestro gobierno ya que informan a los ciudadanos el acontecer del día a día; dan un servicio que fomenta la democracia y libertades en nuestro país; la radio, la televisión, la publicidad y la prensa escrita contribuyen enormemente al logro de ese propósito, sin embargo, también se sabe del mal uso de su poder de exposición.
En los puestos de periódico se pueden observar portadas destacadas con imágenes de extrema violencia, sangre o contenido sexual que parecen dirigidas al mercado de adultos, pero que en la realidad se exhiben y se venden a los transeúntes sin importar que sean menores de edad; aunado a que los exhibidores están migrando hacia plataformas digitales, según lo pide el mercado, por lo cual los puestos de periódico buscan otros productos para sostenerse.
Esto, refiere la diputada, refleja una simbiosis, porque ciertas páginas web internacionales de contenido para adultos reportan que México está en el sexto lugar en consumo de pornografía a través de dispositivos móviles, es decir que las publicaciones exhibidas en puestos de periódicos pueden estar influyendo como precursor de conductas entre todo tipo de transeúntes, incluidos los menores.
La diputada Anahí se suma a los considerandos de la UNICEF que afirma que la exposición a la pornografía, a una edad temprana, puede afectar la salud mental, provocar sexismo, violencia sexual, prostitución, corrupción de menores, confusión y otros resultados negativos.
Entre otros riesgos, los niños que se ven expuestos a la pornografía en la que se exhiben actos abusivos y misóginos, pueden llegar a percibir ese comportamiento como normal y aceptable.
La diputada Anahí González termina argumentando que, la pornografía, igual que las drogas, destruye a las personas porque como seres sociales adquirimos la identidad con arreglo al entorno familiar y la zona donde crecemos, aprendemos a desarrollar nuestra percepción de vida, valores, actitudes, comportamiento y reacción a las normas sociales, por lo cual esperamos que Gobernación reciba con interés el exhorto y reaccione favorablemente.