Columna: Seguridad y Defensa Carlos Ramírez seguridadydefensa@gmail.com
Las estructuras judiciales americanas son muy competentes y agresivas en tratar de castigar a quienes producen e introducen droga a Estados Unidos, pero nada hacen para investigar y sancionar a funcionarios americanos que son corresponsables del tráfico.
De acuerdo con el último reporte de la ONU sobre drogas, en todo el mundo existen 284 millones de personas que consumen estupefacientes, 1.4 veces la población mexicana en su totalidad. Frente a esta demanda, la oferta se abre paso por sí misma para suministrar las drogas.
Las autoridades de Estados Unidos no están entendiendo la lógica del problema: mientras no se ataque el consumo ni se combata con decisión las estructuras de contrabando y distribución de drogas dentro de EU, los cárteles seguirán existiendo y perfeccionando sus métodos. Antes fue al Chapo, ahora es Genaro García Luna, dicen que pronto será Ovidio Guzmán López como el gran capo del fentanilo, a lo mejor algún día se apresará a Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho y quizá también en ocasión próxima se procese a Ismael El Mayo Zambada como el administrador del Cártel de Sinaloa.
En el supuesto caso de que sean ciertos los datos en tribunales estadounidenses contra García Luna, su papel en el tráfico de drogas a favor del Cártel de Sinaloa tuvo contrapartes en estructura burocrática de seguridad de EU y que en estos días el flujo de drogas ha seguido creciendo sin la supuesta participación del exfuncionario mexicano.
A contrapelo de los datos de la oficina de la ONU sobre las drogas, Estados Unidos sigue avanzando en legalización de algunos estupefacientes, sobre todo la mariguana, pero con evidencias de que la legalización del cannabis en EU y otras partes del mundo ha acelerado el consumo diario de la droga.
Así que hoy es García Luna, mañana algún otro, pero el consumo de drogas en EU es responsable del narcotráfico.
ZONA ZERO
No sin sentido del humor, algunos analistas están pidiendo que las acusaciones de Estados Unidos contra el exsecretario García Luna se extiendan a los funcionarios americanos con los que tuvo contacto y a quienes -según la acusación de la Fiscalía- les tomó el pelo y los engañó para beneficio del Cártel de Sinaloa, pero con la preocupación seria de que las presuntas redes de complicidad también involucraron a funcionarios estadounidenses que siguen manejando decisiones que facilitan el contrabando de droga y su distribución dentro de EU.
