Columna: Seguridad y Defensa Carlos Ramírez
Mientras las páginas de los diarios y revistas se llenan de informaciones sobre capos y funcionarios detenidos, exiliados o enjuiciados, la estructura del narcotráfico en México y sus derivaciones hacia Sudamérica y Estados Unidos en nada ha sido afectada y se encuentran en un proceso de expansión imparable.
Algunas informaciones han comenzado a aventurar hipótesis sobre la estructura de las bandas criminales dedicadas a la producción y tráfico de droga, sobre todo para entender su capacidad de poder, ¿cuántos efectivos armados poseen el Cártel Jalisco o el Cártel de Sinaloa u otros vis a vis la capacidad de las Fuerzas Armadas vinculadas a la lucha contra el crimen organizado?
No hay cifras precisas, pero lo cierto es que los efectivos armados del narco no se han integrado para derrocar al Estado, sino confrontar a fuerzas federales regulares o para luchar contra grupos de adversarios. En una cifra aventurada, entre Fuerzas Armadas, Guardia Nacional y policías estatales y municipales bien pudiera lograrse la suma de más de 600 mil efectivos.
En cambio, los nueve cárteles del narcotráfico difícilmente podrían sumar, en cálculo aproximado, 15 mil efectivos en grupos desarticulados, porque no se trata solo de armarlos sino de proveerles organización y logística.
Las muertes y arrestos de jefes del crimen organizado se han quedado en victorias mediáticas y solo han logrado afectar a grupos delictivos que carecían de alguna estructura formal mínima, como por ejemplo el Cártel de Santa Rosa de Lima de El Marro que se desperdigó en bandas atomizadas.
La prisión perpetua de El Chapo, el arresto de Ovidio y el juicio contra García Luna no han afectado la estructura del Cártel de Sinaloa.
ZONA ZERO
El reciente incidente de brutalidad policiaca en Memphis y la muerte de un joven afroamericano tiene una derivación que está hundiendo a la sociedad estadounidense: esta vez no fueron policías blancos los que usaron la brutalidad policiaca, sino cinco policías afroamericanos al servicio del establishment. El video distribuido por la policía deja entrever a la víctima gritando por su mamá y suplicando que lo dejaran llegar a su casa. Pero como siempre, el sistema policiaco seguirá trabajando, los policías serán enjuiciados y el sistema de brutalidad policiaca seguirá operando con impunidad. www.24-horas.mx