- Este lunes en una visita sorpresa el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, arribó a Kiev la capital de Ucrania
Alexei Chévez Silveti/El Independiente
En completa secrecía salió de Washington en un Air Force 1 con código secreto, hacia Polonia donde se esperaba su llegada el día martes, desde ahí en un largo traslado de diez horas por tren llegó a su destino.
La Casa Blanca notificó horas antes al Kremlin del viaje para evitar algún incidente. Como disuasión aviones caza norteamericanos volaban sobre el espacio aéreo polaco, precaución necesaria ya que se esperan bombardeos masivos a Kiev en el primer aniversario de la invasión.
Un viaje histórico donde sólo un muy reducido número de personas estaba al tanto.
Estos viajes “presidenciales sorpresa” a zonas de guerra son frecuentes y casi de rigor para los presidentes norteamericanos, desde Vietnam a Ucrania el arribo de POTUS (President of the United States) para apoyar o visitar sus tropas especialmente en fechas especiales como Navidad o Día de Acción de Gracias son muy valorados por el personal militar y los ciudadanos norteamericanos.
Una visita de este tipo, donde Los Estados Unidos no tiene una presencia militar es un fuerte mensaje de apoyo el que manda Biden a sus aliados europeos y al presidente Putin.
En este viaje se espera mejorar la aprobación de los ciudadanos norteamericanos para seguir armando a Ucrania, apoyo que ronda en el 40% actualmente. Los Estados Unidos se ha negado a mandar armas con capacidades ofensivas de primera generación. En este viaje se ha limitado a la promesa de apoyo a 500 millones de dólares adicionales en municiones, cohetes Javelin y cañones Howitzers.
Para el presidente ucraniano Volodmyr Zelensky esta visita será uno de los eventos de apoyo más grandes y espectaculares hasta ahora sobre la invasión rusa a su país.
Zelensky ha sabido capitalizar exitosamente su carismática imagen ante el mundo, un presidente que encabeza la lucha desde las trincheras y lucha valientemente con su pueblo ante el invasor ruso es el mensaje que se proyecta mundialmente. Siempre vestido en uniforme de campaña (me recuerda a Fidel Castro siempre de uniforme), ha viajado a todo país que los pueda ayudar y se ha entrevistado con presidentes y estrellas de cine, no pierde oportunidad para pedir las armas y municiones tan necesarias en la defensa de su país.
Tan sólo los apoyos norteamericanos desde que empezó la guerra son superiores a 100 mil millones de dólares hasta ahora.
Zelensky ha ganado la guerra mediática y de imagen al presidente Putin, en un mundo cada día más globalizado la maquinaria de propaganda rusa no ha logrado posicionar su versión del conflicto. Esta anexión como lo llama el gobierno ruso ha sido mucho más larga y costosa de lo que anticipaban originalmente, el fracaso de su ofensiva y las bajas que han sufrido hasta ahora, hacen mella en la imagen y popularidad de Putin.
En una guerra que seguirá todavía costando miles de vidas y que ha devastado a Ucrania y su heróico pueblo, la visita del presidente Biden, así como el apoyo desde el inicio del conflicto en materia de inteligencia y armamento al ejército ucraniano, es una esperanza que mucho ha de agradecerse.