Autoridades de Ucrania aguardan a que se estabilice el nivel de agua en el río Dniéper tras la destrucción el martes de la presa de Kajovka, que ha dejado inundadas miles de casas y más de 10 mil hectáreas de tierra agrícola.
Esto es considerado un desastre que las autoridades de Kiev esperan que no repercuta en la contraofensiva contra los invasores rusos.
“La estabilización de los niveles del agua en las zonas inundadas tendrá lugar en los próximos cuatro días”, señaló en un comunicado Ukrhydroenergo, la empresa que administra centrales hidroeléctricas en Ucrania.
Explicó que pese a que el nivel máximo de agua ya ha sido alcanzado, el impacto del desastre sigue siendo extraordinario.
En tanto, autoridades impuestas por Rusia en Jersón, partida en dos por el río Dniéper y cuya ribera oriental es controlada por Moscú, declararon por su parte el estado de emergencia en los territorios bajo su control.
De acuerdo con el gobernador interino ruso de Jersón, Vladímir Saldo, entre 22,000 y 40,000 personas se encuentran en la zona del desastre.
En su oportunidad, el Gobierno ucraniano, hasta el momento se ha evacuado de las zonas más afectadas en la orilla occidental, principalmente una veintena de localidades, a más de 1,750 personas.
En la orilla izquierda, ocupada por Rusia, las autoridades locales hablan de más de 1,500 evacuados y 36 localidades inundadas. El Independiente/Redacción