El presidente Andrés Manuel López Obrador decretó la expropiación de 119.7 hectáreas de terrenos ejidales para el Tramo 7 del Tren Maya, por los cuales el gobierno pagará 136.5 millones de pesos a campesinos con los que ya había acordado la ocupación de los predios.
Se trata de una de las expropiaciones más grandes por superficie de las que ha decretado el Ejecutivo para este proyecto, la cual afecta al ejido Juan Sarabia del Municipio de Othón P. Blanco, en Quintana Roo, por donde pasará el tramo final del tren, que irá de Bacalar a Escárcega, Campeche.
El 2 de junio, el Gobierno expropió poco más de 14 hectáreas ejidales para el Tramo 7 en los municipios campechanos de Calakmul y Escárcega, por las que pagó 2.3 millones de pesos.
El Tramo 7, de 255 kilómetros, costará aproximadamente 52 mil millones de pesos, información que deriva de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pues la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha reservado por completo los datos sobre los contratos para los tramos 5 a 7.
Desde julio de 2022, López Obrador ha emitido al menos seis decretos de expropiación para 316 hectáreas de tierras necesarias para diversos tramos del Tren Maya, en los cuales ya estaban terminados todos los trámites, se fijó la indemnización y se dio derecho de audiencia previa a los afectados. La de hoy fue la expropiación más importante, pues las anteriores sólo sumaron 197 hectáreas, e incluye 81.2 hectáreas de terreno de temporal y 38.5 hectáreas parceladas.
Tratándose de inmuebles privados y no ejidales, sin embargo, el Gobierno ha usado de manera recurrente la ocupación temporal por causa de interés público, en la cual toma posesión inmediata de lotes, usualmente baldíos, sin agotar procedimiento previo con los particulares afectados.
Con esa figura legal, la indemnización se fija posteriormente, y López Obrador la ha ordenado en al menos 11 ocasiones para tomar posesión de 366 predios privados en 32 municipios de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quinta Roo.
Los inmuebles obtenidos por esta vía tienen una superficie total de 495 hectáreas, o casi 5 kilómetros cuadrados. De estas ocupaciones temporales, la única más grande que la expropiación de hoy fue para tomar control de 236 hectáreas de lotes privados en cuatro municipios de Quintana Roo. Las expropiaciones y ocupaciones temporales se han multiplicado, entre otras razones, por los cambios de trazo, sobre todo el Tramo 5 de la Riviera Maya, que originalmente corría en el derecho de vía de la carretera federal pero finalmente se está construyendo en la selva. Reforma/Víctor Fuentes