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viernes 22 noviembre 2024

Sacan artillería médica contra Covid-19

Reforma/Israel Sánchez

Ante el asalto de insospechadas proporciones del SARS-CoV-2 a nivel mundial, la ciencia médica ha encabezado el combate al virus impulsando el desarrollo de una vacuna y fármacos específicos, pero sobre todo aprendiendo día a día en la práctica clínica con cada opción a la mano.

Esto ha devenido en una serie de sustancias cuyos nombres resuenan por todo el globo en tanto se reafirma o descarta su efectividad -remdesivir, hidroxicloroquina, tocilizumab, entre varios otros-, y en tratamientos de probados resultados positivos.

Uno de éstos es el protocolo de tratamiento hospitalario MATH+ para Covid-19, en cuya definición participó el médico mexicano Joseph Varon (CDMX, 1962), y con el que se han conseguido porcentajes de supervivencia por arriba del 90 por ciento en los pacientes atendidos.

La clave está en que el énfasis está puesto no en erradicar al virus del sistema, sino en mitigar los efectos que tiene en el organismo y que causan el fallecimiento de los infectados, explica en entrevista Varon, jefe de personal y de Servicios de Cuidados Críticos en el United Memorial Medical Center y en el United General Hospital, ambos en Houston, Texas.

“Con el coronavirus no te mata el virus como tal, lo que te mata es la reacción del cuerpo al virus”, reitera el médico egresado de la UNAM, uno de los miembros fundadores de la Alianza de Cuidados Críticos de Primera Línea Covid-19 (FLCCC Alliance, por sus siglas en inglés), grupo responsable del protocolo MATH+.

“¿Cómo te mata el virus? Número uno, por inflamación; número dos, por mucha coagulación. Es decir, te hace que tengas una inflamación sistémica de los mil demonios, y esa inflamación, sobre todo cuando hablas tú a nivel de vasitos sanguíneos chiquitos, ahí mismo cuando se te rompen los vasitos empiezas a formar coagulos”.

Se trata de una desastrosa sobrerreacción del sistema inmunitario conocida como “tormenta de citoquinas”. Las citoquinas son pequeñas proteínas secretadas para regular la inmunidad y la inflamación; en una tormenta de citoquinas, los niveles de algunas de éstas se elevan mucho más allá de lo necesario, y las células inmunes comienzan a atacar tejidos sanos.

Como parte de esto, los vasos sanguíneos presentan fugas, la presión sanguínea disminuye, se forman coágulos y puede producirse una falla catastrófica de los órganos (REFORMA 21/04/2020). “Entonces, lo que el protocolo MATH+ hace es atacar las dos formas en las cuales (el SARS-CoV-2) te mata. “La parte inflamatoria te la arregla, por decirlo así, usando la metilprednisolona, que es un corticosteroide, y el ácido ascórbico -o vitamina C-.

Si te acuerdas, cuando eras chiquito lo primero que te daban era vitamina C cuando te enfermabas porque eso te aumentaba la inmunidad, y sí te la aumenta, te ayuda en eso”, detalla Varón, profesor de cuidado agudo y contínuo en el Centro de Ciencia de la Salud de la Universidad de Texas.

El protocolo, continúa, también contempla el uso de la tiamina, otra vitamina que ayuda a aplacar la cascada inflamatoria. Y se administra también heparina para prevenir la formación de coágulos. A estas cuatro sustancias hace referencia el nombre de MATH y el +, precisa Varon, es por aquello que complementa este tratamiento, como la melatonina, el Zinc y la vitamina D.

“Una de las cosas que el doctor Paul Marik (también cofundador del grupo y el protocolo) y yo descubrimos fue que la gente que tenía niveles bajos de vitamina D se moría más que quienes no”, apunta el especialista mexicano, señalando que en ello parece radicar la gran diferencia en cantidad de decesos entre Houston y una urbe como Nueva York, rodeada por sus innumerables rascacielos que limitan el contacto con la luz solar, indispensable para sintetizar esta vitamina.

¿Diría usted que MATH+ es un tratamiento con un origen pragmático?

Pragmático en el sentido de que la gente se estaba muriendo, y no teníamos tiempo de hacer un estudio grande, randomizado, controlado, doble ciego ni nada por el estilo. Teníamos que tratar cosas y ver si funcionaban. Y cuando vimos que estaban funcionando, después dijimos que realmente no necesitamos hacer ningún estudio aquí porque esto está sirviendo. Y ha servido a tal grado que durante los primeros dos o tres meses del azote pandémico el doctor Varon reportaba una supervivencia del 100 por ciento de pacientes atendidos, destaca.

“En el último mes y medio ha salido gente muchísimo más grave, que nos llegan de todos lados, de toda la nación. Pero aún así tengo una supervivencia de más del 95 por ciento, algo casi no visto”, subraya el experto.

“El doctor Marik tiene una supervivencia del 94 por ciento, (José) Iglesias (otro de los miembros de FLCCC Alliance) del 94 por ciento también. O sea, por donde le busques, (este tratamiento) está mejor que los demás. En lugar de irnos a pelear contra el virus como tal, con antivirales y con la vacuna o cosas por el estilo, decidimos irnos contra los efectos del virus en el cuerpo”.

¿Se trata de un protocolo de atención temprana o en qué punto se debe atender a un paciente con él?

Nosotros lo que hacemos es, a pacientes que vienen enfermos, que requieren venir al hospital, a esos son a los que vamos a meter en el MATH+. Lo que pasa es que los pacientes aquí son medio miedosos, les da miedo venir al hospital porque no vayan a pescar el Covid aquí, aunque ya lo traen ellos, y les da miedo morirse.

A mí me llegó un señor que tenía siete semanas de síntomas, ya te imaginarás cómo traía los pulmones. Entre más temprano yo te lo pueda aplicar, mejor es. Porque las fases que tiene el Covid en los pulmones son muy bien conocidas: la primera es la fase inflamatoria, muchísima, gigante, que se te inflama todo; y la segunda es una fase destructiva donde la arquitectura normal de los pulmones se empieza a destruir, empieza a tener mucha cicatrización, y donde ahí ni agua bendita te va a salvar.

Desde la definición del MATH+, relata Varon, especialistas médicos de distintas partes del mundo, como Noruega o Reino Unido, se han acercado con ellos y lo han ido adoptando y aplicando. Por parte de México, Varon sólo sabe de un médico usándolo, su amigo Enrique Ramírez Gutiérrez, quien radica en Hermosillo. Fuera de él, ninguno de los grandes hospitales del País lo aplican, aunque deberían, opina el especialista mexicano en Texas.

“Entonces, sí lo están usando en México, pero no la cantidad de gente que lo debería de hacer. Esto es algo que deberían hacer en todos los hospitales de México, así de sencillo”, enfatiza, descartando que las comorbilidades prevalentes entre la población mexicana impliquen un obstáculo para el MATH+. “Aquí hasta a los diabéticos les metemos los esteroides y se los metemos en dosis industriales, eso no es problema. El chiste es controlar la inflamación”.

¿Entonces, en la espera por una vacuna, lo mejor es aspirar a este tipo de tratamientos y cócteles de fármacos?

Lo que yo te diría es: no esperes una vacuna. Hay que ser honestos, para tener una vacuna hacen falta varios estudios de que la vacuna sirve, la producción en cantidades masivas, el problema de que la tienes que distribuir por todo el mundo, y luego el peor de los problemas: convencer a la gente de que se la ponga. Eso va a tomar tiempo, a lo mejor sí se hace, pero va a tomar tiempo. Mis amigos de México me dicen que se rumora que en México va haber una vacuna en septiembre. Que no se hagan tontos, eso no va a pasar. Va a tomar tiempo. Entonces, por el momento tenemos que actuar en lo que podemos actuar, que es trabajar contra el virus.

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