La noche del viernes, a las 11:11, la tierra tembló en Marruecos con consecuencias devastadoras.
Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el centro del país y por ahora se cuentan más de mil personas fallecidas, según datos del Ministerio del Interior marroquí.
El epicentro se situó 71 kilómetros al sur de Marrakech, una ciudad muy turística y uno de los centros económicos de Marruecos, a una profundidad de 18.5 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4.9.
Se trata de uno de los mayores terremotos de la historia de Marruecos, al menos desde 1900, según registra el USGS. El anterior con dimensiones similares fue el 24 de febrero de 2004, de magnitud 6.4.
El más mortífero se registró el 29 de febrero de 1960 en la ciudad de Agadir y aunque su magnitud fue de 5.8, dejó más de 12 mil víctimas.
LO QUE SE SABE HASTA AHORA
Más de mil personas han muerto en el terremoto de magnitud 6.8, dijo el Ministerio del Interior.
El epicentro se situó en las montañas del Alto Atlas, a 71 kilómetros (44 millas) al suroeste de Marrakech.
El terremoto se sintió en Rabat, Casablanca y varias zonas al sur de Marrakech.
Se cree que muchas víctimas se encuentran en aldeas remotas, especialmente en las montañas del Atlas.
Las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre ya que los hospitales han visto una afluencia de heridos.
Líderes mundiales, incluido el británico Rishi Sunak y el presidente estadounidense Joe Biden, ofrecieron ayuda a Marruecos.
El epicentro del terremoto de anoche estuvo en las montañas del Atlas, una zona escasamente poblada. Según reportes, pueblos enteros de la zona han quedado arrasados y familias enteras están atrapadas bajo los escombros.
Podrían pasar muchos días antes de que sepamos exactamente la magnitud de esta gran catástrofe.
Se han reportado grandes dificultades para llegar a esas aldeas remotas de las montañas del Atlas, señala Mohamed Taha, periodista del servicio árabe de la BBC.
“Podrían pasar días antes de que los rescatistas puedan acceder a esas comunidades, compuestas principalmente de edificaciones antiguas”.
Los hospitales de Marrakech han visto una afluencia de heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
El ejército fue desplegado en las zonas afectadas por el sismo para ayudar en las tareas de rescate.
Muchas de las víctimas se encontraban en las provincias y municipios de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant, en el centro y sur del país, dijeron previamente las autoridades.
Pero el terremoto no sólo se ha sentido en Marruecos.
Tanto en el país vecino, Argelia, en la frontera este, como en las Islas Canarias, al frente de la costa de Marruecos, sintieron el temblor. También en algunas partes de Andalucía, concretamente en la zona occidental de la región del sur de España.
“FUE UN CAOS TOTAL”
“Sentimos un violento temblor y me di cuenta de que era un terremoto. Vi los edificios moverse”, contó Abdelhak El Amranim, de 33 años y que vive en Marrakech, a la agencia AFP.
“Luego salí y había mucha gente allí. La gente estaba en estado de shock y pánico. Los niños lloraban y los padres estaban angustiados”.
Michael Bizet, un ciudadano francés con varias propiedades en el casco antiguo de Marrakech, le dijo a la agencia de noticias: “Pensé que mi cama se iba a volar. Salí a la calle medio desnudo e inmediatamente fui a ver mis riads (casas tradicionales marroquíes)”.
“Fue un caos total, una verdadera catástrofe, una locura”.
La periodista marroquí Aida Alami, quien creció en Marrakech y ha estado en contacto con sus padres, que se encuentran en esa ciudad, dice que el terremoto fue totalmente inesperado
“No es un país donde la gente sabe qué hacer en caso de terremotos y simplemente salieron. Estaban realmente preocupados por las réplicas y no sabían qué hacer y nadie les decía qué hacer”, dijo a la BBC.
“Algunas de las imágenes impactantes que vimos esta mañana (son de) las antiguas murallas que rodean la ciudad vieja por las que han caminado todos los que han estado en Marrakech”.
“Y estamos viendo escombros y mucha destrucción en el interior. Estos son edificios muy antiguos, probablemente no estén construidos con la solidez suficiente”.
También hay informes de familias atrapadas bajo los escombros de sus casas y daños en partes de la Medina de Marrakech, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los hospitales de la ciudad están atendiendo a los heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
TEMOR DE LA POBLACIÓN
Varios videos cuya ubicación no está clara compartidos en la red social X (anteriormente Twitter) muestran edificios colapsados y calles cubiertas de escombros.
Se ve a la gente huyendo alarmada.
Tras el sismo los lugareños decidieron quedarse fuera de sus casas en caso de que se presentaran réplicas.
Otro hombre que se encontraba en la ciudad histórica dijo que sintió un “temblor violento” y vio “edificios en movimiento”.
Las líneas telefónicas y la electricidad estuvieron cortadas durante diez minutos.
España, por su parte, se ha ofrecido a enviar rescatistas, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a periodistas durante la cumbre del G20 en India.
“España ha ofrecido a Marruecos, si lo considera necesario, tanto sus capacidades de rescate, que en estos momentos son las más importantes, como su capacidad de reconstrucción una vez pasado este momento. Lo importante ahora mismo es salvar el mayor número de vidas posibles”, apuntó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su solidaridad con las víctimas del terremoto y afirmó que Estados Unidos estaba “dispuesto a proporcionar toda la ayuda necesaria”.
Por su parte, el primer ministro Rishi Sunak dijo que “el Reino Unido está dispuesto a apoyar a nuestros amigos marroquíes”, según escribió en la red social X.
“Mis pensamientos están con todos los afectados por el terrible terremoto que azotó anoche Marruecos”, añadió.
Y en China, el presidente Xi Jinping envió un “mensaje de condolencia” a Marruecos, según dicen los medios estatales. BBC