- La autoridad estadounidense especializada en temas aéreos regresó la máxima calificación de seguridad aérea a México ¿Qué sigue para esta industria de transporte del país?
Las aerolíneas nacionales enfrentarán desafíos como recuperar a los clientes perdidos y reactivar un sector dañado por la degradación, luego de que autoridades estadounidenses dieron la máxima categoría en seguridad aérea a México, advierten expertos.
México y Estados Unidos tienen el mayor intercambio comercial aéreo del mundo, de acuerdo a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), por lo que una sanción en el ámbito aeronáutico para alguna de las partes se vuelve insostenible a largo plazo.
Por ello, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) trabajaron en conjunto para que el país recuperara el estatus de categoría uno, sin embargo, a pesar de ser una noticia positiva, abre la puerta a nuevos retos económicos y comerciales, explican analistas y autoridades de ASPA a Reporte Índigo.
“Los pasajeros estuvieron volando con las demás aerolíneas estadounidenses principalmente; una vez que ya probaron ese servicio lo difícil va a ser para las aerolíneas mexicanas recuperar esa clientela que alguna vez voló con ellos, estamos hablando de reconquistar al cliente ¿De qué va a depender? De las estrategias que vayan a implementar las aerolíneas nacionales”, comenta Fernando Gómez, analista independiente del sector aeronáutico y aeroportuario.
Al respecto, durante el periodo de sanción el mercado de vuelos a Estados Unidos ha sido absorbido por compañías como American Airlines, United Airlines y Delta Airlines, según refleja el último registro de la AFAC.
Estos datos también exponen que, en lo que va del año, las personas que viajan desde Norteamérica concentran el 78 por ciento de todos los pasajeros internacionales transportados desde México, y de los cuales 22 millones provienen de aeropuertos estadounidenses.
Tal es la importancia del mercado aéreo de Estados Unidos para México que cuando se degradó la calificación de seguridad aérea del país, la Cámara Nacional De Aerotransportes (CANAERO) preveía una grave afectación en los empleos y un impacto de hasta 500 millones de pesos, calcula Góme.
“Son dos años que duró la degradación; se perdieron empleos, rutas e inversión que realizaron las aerolíneas mexicanas en compra y renta de equipos de última generación, ahora las aerolíneas mexicanas solo están moviendo al 12 o 15 por ciento de los pasajeros entre México y el extranjero, donde primordialmente se dirigen a Estados Unidos”, explica José Alonso, vocero de ASPA.
De tal manera que, para poder reactivar el mercado aéreo que se cerró con la degradación, las aerolíneas deberán realizar un análisis de las rutas disponibles y económicamente viables, ya que el mercado se ha reconfigurado y para penetrar en él será necesario un álgido proceso de competencia entre empresas por brindar el mejor servicio al menor costo, algo con lo que el consumidor nacional y extranjero saldrán beneficiados, señala el vocero de ASPA.
Ambos entrevistados coinciden en que la baja en la categoría marca un precedente reciente sobre la posibilidad de penalizar a la autoridad aérea mexicana por fallas en los estándares de seguridad internacionales, cuestión no menor, ya que la sanción podría reactivarse si en el país se desatienden las prácticas recomendadas para las operaciones y el mantenimiento de aeronaves.
Desatender las recomendaciones de la FAA de nuevo podría comprometer de manera grave a casi millón y medio de empleos y 3.5 puntos porcentuales del PIB, que es el tamaño aproximado del sector de transporte aéreo en México, de acuerdo a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
Una buena noticia
“El diálogo que hemos reconstruido con México se puede constatar a través de la cantidad histórica de visitas de alto nivel, entre las cuales destaca la del presidente Joe Biden y el secretario de Transporte de los Estados Unidos Pete Buttigieg. De este modo, es posible avanzar en temas de interés compartido en beneficio de nuestros pueblos y su prosperidad, mientras consolidamos a América del Norte como una potencia económica”, celebra Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en el país.
Las palabras del representante estadounidense son una muestra de cómo fue recibida la noticia por representantes del ámbito diplomático, aeronáutico y gubernamental de ambos países; incluso, Jorge Nuño, secretario de infraestructura, comunicaciones y transportes, expone los planes que existen para la industria de la aviación norteamericana una vez restituida la certificación a las autoridades de aviación mexicanas.
Se prevé en el corto plazo que se abran más de 50 rutas nuevas de México a Estados Unidos, lo que puede llegar a representar más de un millón de pasajeros adicionales cada año”, adelanta Nuño. Reporte Indigo/Gabriel Nava