- Todo se encuentra listo en la sede de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, en Marrakech. En los alrededores se esperan marchas y protestas civiles
Washington y Nueva York
Activistas de diversos países llegarán a las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que se realizarán a partir de hoy y hasta el día 15 en Marruecos, para exigir que se dejen de aplicar las políticas de ajuste estructural y de austeridad que han ocasionado una ampliación de la desigualdad económica y la pobreza y exacerbado el cambio climático.
La gente está conectando los puntos entre lo que padece a nivel local y algunas de las causas globales, explicó a La Jornada Jenny Ricks, convocante global de Fight Inequality Alliance (Alianza de Lucha contra la Desigualdad). Personas en las primeras líneas de las desigualdades, preocupadas por la falta de servicios públicos, falta de empleo, aquellos que no tienen fondos sociales para sobrevivir, ellos entienden que el Banco Mundial tiene gran responsabilidad en esa situación, en la crisis de austeridad que experimentan.
Pero qué tanto escuchará la cúpula del sistema internacional de estas exigencias, está por verse. En un discurso divulgado el jueves antes de las reuniones anuales de su organización multilateral, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, reconoció que las desigualdades dentro y entre los países se han incrementado y enfrentamos una crisis existencial de clima. Además, el crecimiento muestra un rumbo decreciente en la década reciente.
La directora no mostró ninguna indicación de que estaba preparada para aceptar que el sistema financiero es causante de estos problemas. De hecho, Georgieva identificó la lucha contra la inflación y una política fiscal más ajustada como las prioridades para los ministros de Finanzas y directores de bancos centrales que llegarán a Marruecos para la reunión anual.
Estas situaciones son justo las políticas que las agrupaciones sociales acusan de provocar parte de los problemas que enfrenta las mayorías en sus países. En el mundo, gobiernos e instituciones financieras internacionales continúan siguiendo un modelo económico que de manera consistente ha beneficiado a los ricos y han fallado para los pobres durante los pasados 50 años, comentó Ricks en entrevista vía telefónica desde Marruecos.
Al prepararse para estas próximas reuniones, la alianza trabajó con agrupaciones sociales de base en 47 países para organizar 155 asambleas populares nacionales, 21 caravanas, 18 tribunales y otras acciones e iniciativas sobre el papel del Banco Mundial y el FMI. Parte de este esfuerzo culminará con un juicio ante un tribunal de los pueblos programado a realizarse en Marrakech el próximo miércoles. Allí se destacarán los testimonios de individuos en 20 países que demandan cambios de sus propios gobiernos, y que perciben al FMI y el Banco Mundial como parte de la resistencia oficial a esas transformaciones.
Las reformas incluyen demandas por más financiamientos a la educación y salud, y acceso al agua, mayores impuestos a los ricos, la abolición de paraísos fiscales y evasión de tributo por parte de los ricos, y cancelar el pago de la deuda soberana.
Ricks señaló que aunque hubo protestas contra las políticas de estas dos instituciones anteriormente, no han sido grandes en los años recientes. Las agrupaciones que se reunirán en Marruecos, informa Ricks, no sólo están hartas, sino que se enfocan en reconstruir economías descompuestas en sus países y proponen soluciones alternativas.
En las calles alrededor de donde se realizarán las reuniones oficiales habrá presencia de otras agrupaciones provenientes de África, Asia y América Latina que coincidirán con las demandas de cambios en las políticas oficiales.
El grupo ambientalista Glasgow Action presentará espectaculares y mantas para dar la bienvenida a los delegados oficiales con mensajes como: Alto al financiamiento a los combustibles fósiles y Hablar es bueno, actuar es mejor. También se realizará una contracumbre del FMI.
Ya que será la primera reunión anual del FMI-Banco Mundial en África en 50 años, muchas organizaciones de los 53 países del continente africano se enfocarán en los vínculos entre impuestos, deuda y austeridad.
–¿Qué esperan los grupos que ocurra la próxima semana?
–El mejor resultado es que demostremos que los pueblos exigen parar toda esta porquería –comentó Ricks.
Estas cosas no pueden ser tratadas como algo negociable y que escuchemos los mismos lugares comunes de cada cumbre. La gente grita ya basta
Subrayó que la demanda es sencilla: construir economías e instituciones que realmente sirvan a la gente. La Jornada/Jim Cason y David Brooks, corresponsales Foto: Afp