Después de un largo proceso de rehabilitación, estando bajo resguardo en la Estación de Campo de la Reserva Estatal Santuario del Manatí-Bahía de Chetumal, en Laguna Guerrero, comunidad del municipio de Othón P. Blanco, fue liberado “Pompeyo”.
Esta cría de manatí antillano, fue encontrada en agosto del 2021, está en peligro de extinción a nivel internacional y nacional; constituye una de las especies endémicas más importantes y reconocidas de Quintana Roo, destacando que con su presencia enriquece el intercambio de nutrientes en ambientes costeros y lagunas, siendo un indicador de la salud de nuestros ecosistemas.
La Bahía de Chetumal es la zona más importante del estado, ya que alberga aproximadamente el 60% de la población total de manatíes de Quintana Roo. En conjunto con el país de Belice, mantiene el remanente más importante de manatíes en el Caribe, hecho que sin duda determinó en el año 1996 su declaración como Área Natural Protegida denominada Reserva Estatal Santuario del Manatí – Bahía de Chetumal, en honor a estos gentiles y carismáticos residentes.
En el último estudio para la actualización de la distribución de estos mamíferos, efectuada por el Dr. Benjamín Morales Vela, investigador en ECOSUR Unidad Chetumal, se logró contabilizar 150 ejemplares, aclarando que la cifra pudiera llegar hasta los 250 ejemplares.
El director general del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (IBANQROO), Javier Alberto Carballar Osorio, dijo que Pompeyo, desde el reporte de su aparición hasta la fecha, no solo movió voluntades de muchos actores a nivel estatal e incluso internacional, sino corazones de muchos espectadores que a nivel nacional conocieron su historia, la cual culmina hoy con una etapa que resultó vital en su preparación, para este nuevo ciclo.
Destacó el arduo trabajo, empeño y dedicación mostrado por los integrantes de las Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, IBANQROO, de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado, de la asociación civil AMHMAR, del IFAW, del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y la Universidad Autónoma de Quintana Roo (UQROO), así como de todas las instancias que integran la Red de Atención a Varamientos de Mamíferos Marinos para las Costas del Estado y diversos voluntarios, quienes trabajaron en equipo de manera conjunta y coordinada, durante estos dos años, implementando acciones tendientes a preservar la biodiversidad.
“Prepararlo fue un proceso de 2 años que no fue fácil. Ahora lo que les pedimos es que no se le alimente, él come algas, es herbívoro, hay que permitirle que encuentre su comida por sí mismo en el medio silvestre”, pidió la gobernadora Mara Lezama.