- De manera súbita y sin aviso, el gobierno federal dejó de reconocer pagos de derechos en Banco Azteca.
En los últimos meses se ha intensificado el pleito entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el tercer hombre más rico de México, Ricardo Benjamín Salinas Pliego. Lo que empezó como una luna de miel entre ambos titanes ahora es un divorcio en donde buscan quedarse ambos con el perro. El presidente ha atacado reiteradamente al “tío” por adeudos de impuestos a lo cual le ha respondido con igual número de ataques sobre el bienestar, representado por Chuy, el cuestionado vocero presidencial.
El momento de más tension, se pensó, fue cuando el presidente López Obrador bajó al candidato Azteca, el policía Omar García Harfuch, pero ahora subieron un escalón más. El ex jefe se seguridad de Grupo Salinas fue Luis Cárdenas Palomino, propietario de la empresa Adamanitun Seguridad Privada. Cárdenas Palomino y García Harfuch estuvieron bajo el mando de Genaro García Luna.
Sin ningún comunicado de por medio, y aún cuando el gobierno federal acepta a Banco Azteca como método de pago para todos los pagos de derechos, en las ventanillas de las dependencias federales como en la Secretaria de Relaciones Exteriores en pasaportes niegan que sea un pago aceptado y obligan a los ciudadanos a volver a realizar el pago y pelearse con Banco Azteca para el reembolso. La respuesta de la burocracia federal es un “no procede su pago”.
Si bien Banco Azteca ha estado en el ojo del huracán por presuntas irregularidades al momento de entregar reportes financieros a la CNBV, al momento sigue con una licencia vigente activa. Al no haber un comunicado oficial de ambas partes y siendo el banco con más sucursales en el país vendrá “jineteo” de dinero en lo que resuelven a quien los ciudadanos tiene que solicitar el reembolso entre las dependencias de gobierno y el banco del “Tío Richie”.
Existe, pues, un veto de facto del gobierno federal a Grupo Salinas.
El Independiente/Redacción
