Ambientalistas denuncian que la contaminación que anticiparon por obras del Tren Maya, finalmente llegó a la cueva de Manitas y Oppenheimer; sin autorización en la manifestación de impacto extemporánea, sin pronósticos de contaminación de agua potable y violando los reglamentos de cavernas, cuevas y cenotes del municipio vigentes.
A través de un video, muestran la evidencia de que ha sido mentira de las autoridades el no impactar cavernas, vestigios arqueológicos y rupestres, pero sobre todo el agua potable de los habitantes de la Península de Yucatán.
La estabilidad de las estructuras sobre estos sistemas siempre será incierto. Lo único seguro son los pronósticos de los geohidrólogos, que terminarán cediendo, ocasionando una catástrofe.
La llamada ‘Cueva Oppenheimer’, es un acuífero conformado por agua totalmente cristalina y dulce que alimenta a parte de la Rivera Maya, Playa del Carmen y Tulum, y que según los activistas está en grave riesgo debido al Tren Maya.
Este grupo se ha dedicado a documentar y exhibir los daños de la obra insignia del actual gobierno, esta cueva fue la “solución de la desviación” elegida por las autoridades para “esquivar” la ‘Cueva de las manitas’, misma que es llamada así porque al interior contiene pinturas rupestres de los antiguos mayas.
La cueva fue perforada por miles de pilotes, que no fueron considerados en la manifestación de impacto ambiental, y que fueron colocados encima de ella para la construcción de las vías del Tren Maya.
En su momento, buzos, especialistas y pobladores señalaron que el tramo 5 del Tren Maya, además de impactos ecológicos en la zona, también tendrá problemas sociales, al impulsar un modelo de turismo que lleva a la explotación laboral y al despojo cultural del pueblo maya.
