- No resulta sorprendente que México, hogar de notorios grupos criminales que compiten por el control del tráfico de fentanilo y de personas, tuviera una tasa de homicidios relativamente alta de 23.3
InSight Crime publica el Balance de los homicidios en 2023 donde da cuenta que al menos 117.492 personas fueron asesinadas en América Latina y el Caribe durante el 2023, lo que arrojó una tasa de homicidios de 20 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, los datos sobre homicidios en muchos países son inexistentes o poco fiables, por lo que es probable que la cifra real sea mayor.
En el informe, InSight Crime analiza las dinámicas criminales detrás de la violencia en cada país de la región. Todas las tasas de homicidio son por cada 100.000 habitantes.
México y Centroamérica. Honduras y El Salvador, epicentros de la violencia en Centroamérica, adoptaron en 2023 enfoques similares en política de seguridad, pero obtuvieron resultados muy diferentes.
Costa Rica luchó por controlar el aumento del narcotráfico a través de los puertos del país. Organizaciones locales pelearon por controlar el territorio, especialmente en la provincia de Limón, lo que contribuyó a un aumento del 41% en la tasa de homicidios de Costa Rica en comparación con 2022.
México, hogar de notorios criminales
Mientras tanto, México continúa lidiando con la violencia mientras los grupos criminales compiten por las rutas de tráfico de fentanilo y de personas.
Aunque la tasa de homicidios en Honduras disminuyó un 13% en 2023, el país siguió siendo un escenario de violencia intensa con una tasa de homicidios de 31.1, en comparación con el promedio regional de 20.1.
Los datos del informe refieren que el 2023 de Honduras estuvo atravesado por un estado de emergencia, en lo que fue una imitación a los planes de seguridad de su vecino, El Salvador. Mientras que el enfoque contundente de la presidenta Xiomara Castro ha suprimido derechos fundamentales y se ha centrado en golpear a las pandillas en los puntos más violentos del país, el enfoque ha logrado escasos avances contra el crimen organizado.
No resulta sorprendente que México, hogar de notorios grupos criminales que compiten por el control del tráfico de fentanilo y de personas, tuviera una tasa de homicidios relativamente alta de 23.3.
La tasa del país disminuyó un 7,6% en comparación con 2022. Sin embargo, los expertos cuestionan si los datos de 2023 subestiman los homicidios, argumentando que las cifras de México carecen de transparencia en cuanto a los números y modelos de medición. A medida que los homicidios han disminuido, las causas desconocidas de muerte han aumentado proporcionalmente, mientras que las muertes por otras causas han permanecido estables.
No está claro cuál es el margen de error en la estimación de homicidios del gobierno y cuántas de las muertes violentas desconocidas fueron homicidios, ya que el gobierno no ha sido transparente con la metodología completa, según Samantha Pérez Dávila, economista y experta en políticas públicas enfocada en el crimen organizado en México. “Los niveles de suicidio y accidentes no han variado significativamente a lo largo de los años”, dijo a InSight Crime.
“Mientras que los homicidios están disminuyendo, los eventos cuya intención es desconocida están en aumento”.
Rutas del narcotráfico, el principal motor de la violencia
Ante el aumento de la producción de cocaína y los altos precios de la droga en Europa y otros mercados internacionales lucrativos, las disputas criminales por las rutas de narcotráfico fueron el principal motor de violencia en Suramérica durante el año.
Ecuador, en particular, registró el año más violento de su historia. Al mismo tiempo, en Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo, las organizaciones asociadas con el narcotráfico no cesaron los enfrentamientos.
Por su parte, Paraguay y Perú registraron mejoras significativas en los índices de homicidios, a pesar de seguir siendo centros de tránsito y producción de drogas.
El Independiente/Redacción Fotos: EFE
