En el corazón de la Ciudad de México, cientos de mujeres marcharon este viernes 8 de marzo desde diversos puntos emblemáticos, como el Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución y la glorieta de las Mujeres que Luchan, en dirección al Zócalo capitalino, para exigir justicia.
La convocatoria, impulsada por colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos, buscaba visibilizar la persistente violencia de género y exigir acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y los derechos de las mujeres en el país.
La ausencia de la bandera nacional en el asta del Zócalo sorprendió a las manifestantes al llegar a su destino. En un gesto de protesta y reivindicación, decidieron colocar una bandera tricolor gigante, la cual adornaron con frases y el símbolo de Venus en el centro.
Este acto simbólico reflejó el sentimiento de muchas mujeres que sienten que la patria les es negada, a pesar de ser parte integral de la sociedad mexicana.
Ángelica Díaz, trabajadora del gobierno de la Ciudad de México y coordinadora del Foro Permanente de Trabajadores y Trabajadoras del Gobierno de la CDMX, compartió: “La patria es de todas y de todos. Si él nos quita nuestra bandera, nosotras nos hacemos nuestra patria, por eso cosimos 10 metros de bandera”.
Sus palabras resonaron entre las asistentes, quienes encontraron en ese gesto una manera de reclamar su espacio en la sociedad y exigir respeto por sus derechos fundamentales.
El retiro de la bandera nacional del Zócalo generó reacciones entre políticos, activistas y analistas. Leonardo Curzio, reconocido analista político, destacó que la presencia o ausencia del lábaro patrio se ha convertido en una expresión pública de aprobación o reprobación hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La activista Saskia Niño de Rivera también mostró su molestia en su cuenta de X al preguntar si no merecen la bandera las mujeres de México
Por otro lado, Roberto Madrazo, exgobernador de Tabasco, lamentó la falta de reconocimiento hacia las mujeres y criticó la gestión gubernamental en materia de seguridad.
Previo a la llegada al Zócalo se presentó un intento de trifulca sobre la calle de 5 de Mayo y todas las participantes guardaron silencio y esperaron sentadas, hasta que fue controlado el incidente.
Al llegar al Zócalo algunas manifestantes fueron rociadas con gases por la policía que se encontraba atrás de las vallas de acero que habían sido colocadas al rededor del Palacio Nacional, en donde vive el presidente López Obrador.
El 8 de marzo, las calles de la capital mexicana se llenaron de historias de dolor y lucha. Rosa Mística, cuya hija fue secuestrada en Guanajuato, viajó desde Estados Unidos para exigir respuestas sobre su paradero. Teresa de Jesús, vendedora de raspados, compartió el intento de abuso que sufrió recientemente. Laura Angélica, abusada sexualmente por sus sobrinos, demanda justicia.
En Ecatepec, víctimas de violencia, familiares y amigos de mujeres golpeadas, desaparecidas o asesinadas marcharon para demandar seguridad y justicia.
La marcha del 8M se repitió en muchas ciudades de México, como Guadalajara, Monterrey
Mientras tanto, en Hermosillo, Sonora, se descubrió un cementerio clandestino donde yacen los restos de Leonor Leyva Cirerol, una líder social desaparecida en octubre de 2022. Su hija, Alma Aurora Leyva, había suplicado su regreso en redes sociales.
En Chiapas, en el marco del Día Internacional de la Mujer, Alize Díaz, una mujer trans, fue brutalmente asesinada en Tapachula. La organización feminista 50 + 1 – Chiapas denunció el crimen como un acto de odio y exigió una investigación conforme al protocolo de feminicidio. Con su muerte, aumenta la lista de mujeres trans asesinadas en el país, un triste recordatorio de la violencia que persiste.
Las mujeres alzan la voz, exigen justicia y claman por un cambio real en la sociedad. En un país marcado por la impunidad y la violencia de género. Las historias de dolor y resistencia nos recuerdan que la lucha por los derechos de las mujeres es una lucha de toda la sociedad.
El Independiente/Redacción Foto: X Pablo Ramos