Columna: Seguridad y Defensa Carlos Ramírez/@carlosramirezh www.24-horas.mx
Sobre advertencia no hay engaño. EU con Obama y Trump y ahora con Joe Biden va a definir sus relaciones con México en el tema de la seguridad criminal como tema de la seguridad nacional. Los tres presidentes han culpado a México de ser la fuente de suministro de droga, mientras aquí la estrategia se reduce a seguridad pública.
La advertencia consta en el Memorándum de Trump al secretario de Estado el pasado 16 de septiembre de 2020 para centrar el tema de las drogas en la relación con México y otros países. Sobre México, un párrafo de ese memorándum presidencial es clave:
México debe demostrar claramente su compromiso de desmantelar los cárteles y sus empresas criminales y hacer más para proteger las vidas de los ciudadanos mexicanos y estadounidenses amenazados por estos grupos.
México debe continuar extraditando a actores criminales clave, intensificar las investigaciones exhaustivas y la incautación de drogas y activos, e implementar un programa sólido de erradicación de la amapola basado en datos y vinculado al desarrollo alternativo sostenible. El gobierno mexicano debe reconocer la alarmante tendencia a la producción de fentanilo dentro de su territorio. Debe priorizar las acciones de aplicación de la ley dirigidas a la producción y tráfico de fentanilo de los cárteles, la principal sustancia involucrada en las muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos, y fortalecer los esfuerzos dirigidos a los precursores químicos de fentanilo que se trafican de manera abrumadora desde China, así como al contrabando y producción de fentanilo. También se debe hacer más para atacar la creciente producción de metanfetamina de los cárteles.
Y para que no haya dudas, sigue operando el modelo de Obama del crimen organizado transnacional para ir a combatir a los cárteles y capos a sus países de origen.
ZONA ZERO
En el Día de la Armada, el titular del ramo, almirante José Rafael Ojeda, completó el mensaje del sector castrense al Presidente de la República y comandante supremo: “las fuerzasarmadas no anhelamos el poder y no tenemos ningún poder, como algunos lo han manifestado. Tenemos disciplina y espíritu de sacrificio”. Con los dos discursos se desinfló el debate artificial sobre la militarización.