El Centro Cultural y Museo (Sala de Exposiciones) de Puerto Morelos, abrió hoy sus puertas a la muestra “Pinceles Mayas”, creada por jóvenes artistas de la comunidad de Solferino, en el municipio de Lázaro Cárdenas, quienes forman parte del taller de pintura “El Árbol Sagrado”.
La obra pictórica permanecerá en el recinto, ubicado en el Casco Antiguo de Puerto Morelos, durante tres meses, en horario de 9 de la mañana a 8 de la noche, informaron autoridades de la Dirección General de Cultura y las Artes. La entrada es totalmente gratuita.
“Pinceles Mayas” muestra diferentes historias y tradiciones, como el Día de Muertos, en diferentes partes del país. Los artistas, cuyas edades oscilan entre los 9 y los 17 años, se documentaron para conocer sus orígenes y, de esa forma plasmar imágenes y formas pictóricas que dan vida a sus obras.
Entre otras escenas, muestran al “Xantolo”, festividad de Día de Muertos en la Huasteca Potosina, en San Luis Potosí, en la que se usan máscaras alegóricas para recibir a los fieles difuntos. También se plasman tradiciones de la Península de Yucatán, como la preparación del pibipollo, su cocimiento bajo tierra y los altares con sus elementos de pan, comida y bebidas que gustaban a los muertos, al igual que el camino de luz con veladoras para guiarlos en su retorno.
Otra obra muestra la misma celebración en la comunidad de Pomuch, municipio de Hecelchakán, Campeche, con su cementerio lleno de colores llamativos para el recibimiento de sus muertos, cuyos huesos son exhumados para limpiarlos, envolverlos en paños blancos y depositarlos nuevamente en sus tumbas.
Hay representaciones de personajes prehispánicos, como Camaxtli, un guerrero que defendió a su pueblo tlaxcalteca, y el Adivino, un ser considerado deidad por haber levantado una pirámide en tres días, a quien representan naciendo de un huevo y se identifica con la zona de Uxmal.
Otra de las obras muestra que para los mayas el nacimiento de un nuevo ser estaba relacionado con la aparición de una flor blanca, la cual surge entre colores rojos y amarillos. Una representación de la “Sak nik na’” (su blanca flor), refleja al alma y, en contraparte, la extinción de la blanca flor que conduce el alma, que se desprende del cuerpo, a la pirámide.
Se contó con la colaboración de la Dirección de Fomento Cultural del grupo Xcaret para montar la exposición.