Reporte Índigo/Fernanda Muñoz y José Pablo Espíndola.
Luego de exigir pagos oportunos y respeto a las actividades programadas, la comunidad de trabajadores del arte y la cultura NO VIVIMOS DEL APLAUSO aguarda a que las autoridades correspondientes respondan a sus peticiones. Además un experto compara las medidas que está tomando México con las de otros países en este sector.
La cultura y los artistas mexicanos, al igual que otros sectores del país, está en pausa debido a la pandemia ocasionada por el coronavirus Covid-19. Y aunque esta medida pretende cuidar la salud de los mexicanos, pone en duda la estabilidad de la comunidad artística, aun cuando la Secretaría de Cultura les aseguró su apoyo.
Fue el pasado 14 de marzo cuando la dependencia de cultura declaró que, aunque las actividades artísticas y culturales estén pospuestas, cumpliría sin falta con sus labores de pago, independientemente de la fecha en que se lleven a cabo las diferentes presentaciones.
Al respecto, un colectivo de trabajadores del arte y la cultura llamado No Vivimos Del Aplauso, levantó la voz y, a través de diferentes comunicados, le exigió a la Secretaría de Cultura no defraudar su palabra y apoyar a los artistas del país en estos momentos de crisis.
“Estamos arrinconados y la única manera en que podremos sobrevivir es si la sociedad se suma a nuestro clamor y exigencia. Hoy más que nunca se hace evidente que NO VIVIMOS DEL APLAUSO”, declararon en un oficio dirigido a diversas autoridades, desde el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hasta el secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real.
En entrevista con Reporte Índigo, Emilio Lome, portavoz de No Vivimos del Aplauso y educador artístico, menciona que, tras haber lanzado el comunicado, su única acción ha sido observar y escuchar las posturas de las autoridades e instituciones culturales, las cuales no han sido lo suficientemente rápidas.
“En este movimiento estamos en una constante retroalimentación y observancia de las acciones institucionales, que en esta contingencia una vez más evidenciaron su burocracia, su lentitud, su tortuguismo”, señala.
Para Lome, lo más importante es que las autoridades cumplan su palabra y sus compromisos de pagos no se queden en pausa, como, recuerda, ha pasado en muchas más ocasiones.
“Los artistas y creadores debemos seguir uniéndonos, dar posturas argumentadas para que la relación con las instituciones sea distinta. No decir ‘páguenme ahora que se me cayó la chamba’. Debe ser un trabajo permanente”, comparte Lemo.
Lendali Baez, asesora jurídica de No Vivimos Del Aplauso, añade que, tras haber mandado el comunicado a las autoridades correspondientes, éstas tienen 15 días para dar una postura escrita a la comunidad artística, de lo contrario, podrían tomar medidas legales más drásticas, como una demanda laboral.
Sin embargo, dice Baez, al ingresar una demanda perderían la oportunidad de seguir negociando y conversando con las autoridades correspondientes, además de que ese paso legal los haría perder mucho tiempo.
De acuerdo con Lendali, uno de los puntos más importantes que el sector cultural le debe cumplir a la comunidad artística es atención médica a artistas y contemplar el pago de los medicamentos, si es que alguno llega a contraer el nuevo virus.
Además, sostiene que es importante que las autoridades e instituciones responsables brinden el salario a los trabajadores de manera oportuna y, finalmente, se reprogramen las actividades que, debido a la pandemia y situación actual, fueron desplazadas a otra fecha.
“Lo que buscamos es que, en un acto de humanidad, las autoridades se den cuenta que la comunidad artística necesita de su apoyo, que sean congruentes para que el medio pueda tener lo que se merece y ha merecido por muchos años”, dice Baez.
ARTISTAS Y CULTURA DE MÉXICO DE CARA AL MUNDO
Para el doctor en Derecho Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Lara, el papel que debería desempeñar la Secretaría de Cultura federal, a cargo de Alejandra Frausto, es el de una secretaría, ya no el de un consejo
“Conaculta hace tres años que pasó a la historia; entonces, me parece que no está a la altura de las circunstancias. Hay un comparativo que hice sobre la situación en China, las medidas que está adoptando más allá de una crisis, no dejó fuera al sector cultural; Alemania lo mismo, salió la ministra de cultura a manifestarse y a decir cuáles eran las medidas de apoyo que iban a implementar”, explica Lara.
En su comparativa indica que Italia creó un fondo para emergencias de espectáculos audiovisuales de 130 millones de euros para todo el 2020, con él queda suspendido el pago de impuestos y retenciones a empresas que gestionen teatros, salas de conciertos, cines, museos, bibliotecas, archivos, monumentos históricos, bares y restaurantes.
También señala los 22 millones de euros que Francia destinará al sector cultural o los 10 millones de euros que empleará el gobierno de Cataluña. Asimismo analizó las medidas de Inglaterra, España y de la Unión Europea en general.
“En América Latina los ve estirando la mano, a unos a otros no. Chile, por ejemplo, ya está tomando medidas, anunciaron una mesa de trabajo para analizar el impacto que va a tener. Aquí (México) no vemos eso y tenemos un consejo inoperante, por eso mi llamado al consejo”, crítica el experto.
Una de las medidas que anunció la dependencia cultural ante el Covid-19 fue que, a partir de la próxima semana, lanzará convocatorias para que los artistas puedan trabajar desde su casa, propuesta que, de acuerdo con Lara, se la copiaron el gobierno de Ecuador.
Su actuación es tardía, limitada, es más de un consejo que de una secretaría, y si nos vamos a las acciones, tendrían, en primer lugar, que citar al Consejo Asesor, señala el especialista Carlos Lara.
Después, asegura, armar una mesa de expertos, pero no solo en cultura, sino con economistas, con gente de Hacienda, para ver el problema de manera transversal. Para que luego el presidente emita un decreto que le de facultades para crear programas bien establecidos para apoyar el sector cultural.
“No puedes dejar a un sector tan vulnerable, que no tiene seguridad social. No hay un planteamiento, lo que han dicho son las obligaciones que tienen que cumplir; entonces, yo estoy preparando una propuesta que su base es un reforma a la Ley Federal del Trabajo para dignificar la labor del agente cultural”, afirma Lara.
El especialista en legislación cultural asegura que México no se merece una política cultural con gorgojo, por lo que es necesario un replanteamiento de este sector que requiere seguridad social y formalidad.