El Economista/Jesús Vázquez
Debido al Covid-19, Quintana Roo registró en el 2020 el peor nivel en derrama y afluencia turística de la última década, e incluso, presentó el mayor desplome porcentual de su historia, superando los resultados de la crisis sanitaria (AH1N1) y económica del 2009.
En dicho año la caída anual en ingresos turísticos fue de 18.6%, llegando a 5,033 millones de dólares, sin embargo, en el 2020 la disminución fue de 58.6%, alcanzando 6,392 millones en derrama, de acuerdo con el reporte preliminar de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo.
Por destino, las contracciones más pronunciadas se dieron en la Riviera Maya (61.5% anual, con 2,746 millones de dólares), Cozumel (61.3%, 493 millones) y Cancún (56.3%, 2,654 millones). En afluencia de turistas en el estado, pasó de 15.1 millones del 2019 a 8.0 millones en el 2020 (-47.0%); los destinos más golpeados fueron Chetumal (-64.1%, alcanzado 245,835 turistas), Cozumel (-56.9%, 405,733), la Riviera Maya (-48.3%, 3.37 millones) y Cancún (-44.0%), 3.36 millones).
Pese a estos números, el sector más afectado fue el de cruceros, cuya baja anual fue de 72.9%, pasando de 6.9 millones de cruceristas en el 2019 a 1.8 millones en el 2020. “En este caso, no ha llegado la recuperación porque siguen sin reanudarse los itinerarios de las navieras y aún no hay fecha confirmada para que esto suceda”, confirmó la secretaria estatal de Turismo, Marisol Vanegas Pérez.
En conferencia virtual para presentar la estrategia de aplicación de pruebas rápidas a turistas en el estado, dijo que pese a que hay sitios de internet que comercializan viajes en cruceros en distintas fechas de abril y marzo, “la situación es muy cambiante y todo dependerá de que se definan los protocolos sanitarios a bordo de las embarcaciones para que haya una fecha definitiva de reactivación de esta industria”.
Vanegas Pérez reconoció que la actual crisis es la peor no sólo de Quintana Roo, sino de la economía mundial, particularmente en el turismo, con pronunciadas caídas en la aviación, ferias, congresos y convenciones, “prácticamente en todo lo relacionado a la industria sin chimeneas”.
No obstante, aseveró que para Quintana Roo el último tramo del 2020 fue alentador porque se recuperaron, en gran medida, las conexiones aéreas que tenía el Aeropuerto Internacional de Cancún, principalmente hacia Estados Unidos, Europa y Sudamérica. De la Unión Americana y Canadá están previstos en lo que resta de enero al 20 de abril un total de 1.16 millones de asientos de avión, “que es muestra de la recuperación con la que avanza la conectividad aérea del Caribe mexicano, muy por encima de otros estados, cuyas comparativas de cierre de año respecto de 2019 les arrojaron caídas superiores de 70%”, ahondó la funcionaria.
Pruebas rápidas, el nuevo reto
Al momento, ya son 30 países los que solicitan la aplicación de pruebas rápidas para el reingreso de sus ciudadanos a su territorio, lo cual ha obligado al despliegue de una nueva estrategia de atención a este tema que, por el momento, no ha generado cancelación de reservaciones ni de operaciones aéreas, indicó la secretaria. Hoteles, parques temáticos y aerolíneas, expuso, están dando todas las facilidades en Quintana Roo para la aplicación de estas pruebas a los turistas a precios inferiores a los 10 dólares por persona (antígena), más el costo de la aplicación por parte de personal médico certificado por la Cofepris.