Rafael Pascual
En un día más de violencia en Cancún, un taxista y su hijo fueron atacados a balazos la tarde de este miércoles en las inmediaciones del Mercado 28, pero afortunadamente el “chafirete” logró arrancar su unidad para dirigirse a su domicilio en la supermanzana 70, en donde fueron auxiliados por los cuerpos de emergencia.
Alrededor de las 13:30 horas se emitió un aviso al 911 en torno a disparos de arma de fuego cerca del Mercado Artículo 115 de la Constitución, mejor conocido como 28, lo que provocó una fuerte movilización policiaca.
El primer informe establecía que las personas que dispararon iban a bordo de un taxi marcado con el número económico 6522, que se había dado a la fuga y a través de las cámaras del C5, se informó que se dirigían rumbo a la supermanzana 70, hasta donde se movilizaron las autoridades que le dieron alcance en la calle 22 con avenida CTM.
Sin embargo, al interceptar dicha unidad, los policías se percataron que ambos tripulantes se encontraban heridos de bala y que en realidad ellos habían sido las víctimas y que los responsables se habían dado a la fuga en una motocicleta.
En torno a los hechos, el joven que presentaba una herida en la espalda, reveló que iba con su papá en el taxi y que a la altura de la tienda Super Aki, un par de sujetos los emparejaron a bordo de una moto y les dispararon a quemarropa, para darse a la fuga rumbo a la avenida Cobá.
Explicó que al ver que su padre estaba herido, lo pasó al asiento del copiloto y él condujo el automóvil para escapar de los sicarios pues temía que regresaran, y sin pensarlo se trasladó a su domicilio.
Ahí los policías verificaron que el taxista tenía por lo menos tres impactos de bala, por lo que se requirió la presencia de una ambulancia que lo trasladó al hospital de especialidades del IMSS en la región 509, mientras que el joven fue trasladado en otra al Hospital General con una lesión en la espalda.
La Policía Municipal acordonó el área para resguardar el taxi, además se localizaron casquillos percutidos en el Mercado 28, por lo que todos los indicios fueron levantados por personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Se inició un monitoreo de seguimiento en las cámaras de seguridad para tratar de dar con el paradero de los sicarios, pero no hubo resultados.
