El Universal/Tláloc Puga
Los hoteles en México reportaron un desplome histórico en su ocupación durante 2020, tras una inédita suspensión en marzo, abril y mayo por las medidas que aplicaron las autoridades para intentar contener la pandemia del Covid-19. Las restricciones se fueron relajando en los meses siguientes, aunque a la fecha todavía están sujetos a limitaciones en cuanto a la utilización de su capacidad. Después de tocar un máximo de 61.2% en 2017, el alojamiento tradicional comenzó a mostrar una tendencia a la baja en los años siguientes y la crisis sanitaria llegó a empeorar la situación.
El año pasado, la ocupación hotelera se hundió a 26.3% en los 70 principales destinos del país, menos de la mitad de lo obtenido en 2019, cuando se registró una tasa de 60.3%, de acuerdo con cifras que Miguel Torruco, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), dio a conocer este fin de semana.
Se trata del menor nivel de actividad hotelera del que se tenga registro en el Sistema de Monitoreo DataTur, de la Sectur, cuya serie comparable inicia en 1992. El nivel observado en 2020 quedó por debajo de la ocupación que la Sectur había estimado en 27.6%. “La recuperación en la actividad turística nacional e internacional comenzó a partir de mayo de 2020, con crecimientos constantes.
Sin embargo, en diciembre el cambio a semáforo rojo, justo antes de la temporada vacacional de invierno en las principales ciudades, afectó el resultado general que se había estimado en 27.6%”, indicó la dependencia. En general, los hoteles establecidos en centros de playa registraron una ocupación de 30.2% en 2020, tras un nivel de 66.1% en 2019, mientras los ubicados en ciudades reportaron una tasa de 23% contra 55.1% un año antes.
Con uno de los santuarios católicos más importantes del país, San Juan de los Lagos, Jalisco, fue el destino que mostró la menor ocupación del país, de sólo 8.8% el año pasado, señalan cifras de Datatur. Le siguieron el Pueblo Mágico de Valle de Bravo, en el Estado de México, con una tasa de 10.3%, continuando con la ciudad portuaria de San Felipe, en Baja California, donde se registró una ocupación de apenas 10.5%.
En el otro extremo, como los destinos con los resultados menos negativos de 2020, destaca Mazatlán, Sinaloa, cuyos hoteles anotaron un nivel de 39.1%. En segundo sitio se ubicó Puerto Vallarta, Jalisco, donde la ocupación llegó a 37.8%, y en tercero Cabo San Lucas, con una tasa de 37%. Torruco reconoce que el turismo tuvo en 2020 su peor año desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y estima que, ni siquiera en el mejor de los escenarios, la llamada industria sin chimeneas logrará recuperarse durante 2021 de las pérdidas que le ocasionaron las restricciones por la pandemia.
Para este año, prevé que, en el menor de los casos, los hoteles del país van a reportar una ocupación promedio de 56.6%, lo que representa 3.7 puntos porcentuales menos que lo registrado en 2019, antes de la pandemia. En un escenario conservador, la ocupación sería de 50.9%, 9.4 puntos porcentuales por debajo de 2019; y en uno pesimista alcanzaría 46.1%, una baja de 14.2 puntos porcentuales con respecto a 2019, de acuerdo con el secretario de Turismo.