- Toda la semana se han presentado hechos delictivos: los pobladores de varios municipios optan por el confinamiento en sus domicilios. Atribuyen enfrentamientos a disputas entre facciones del Cártel de Sinaloa
Culiacán
La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes tras el aumento de enfrentamientos entre facciones del cártel de Sinaloa, que han dejado a la población de municipios como Culiacán, Elota, Navolato, Eldorado, Cosalá y San Ignacio sumida en el miedo.
Desde el 9 de septiembre, la ola de violencia ha provocado 12 personas asesinadas, 20 desapariciones forzadas y el robo de al menos 31 vehículos, según datos oficiales de la Fiscalía General de Sinaloa.
El origen de esta violencia, según testimonios locales, está vinculado a una disputa interna entre grupos del cártel tras la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada el pasado 25 de julio. Pobladores de comunidades afectadas mencionan una “limpia de chapitos”, lo que ha generado una guerra abierta en varias zonas del estado.
Al igual que durante la pandemia de covid-19, los habitantes han recurrido al confinamiento, esta vez no para evitar un virus, sino para escapar de las balas.
El miedo se ha instalado en Culiacán y otros municipios, con escuelas cerradas, comercios clausurados y actividades sociales canceladas.
La Secretaría de Educación Pública de Sinaloa suspendió las clases en varios municipios, luego de que el ausentismo escolar alcanzara hasta el 50 por ciento, debido a los tiroteos y bloqueos en la zona.
El gobernador Rubén Rocha Moya anunció la suspensión de las actividades escolares en Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, así como la cancelación de las fiestas patrias del Grito de Independencia en esos municipios, algo que no se había visto desde el inicio de la “guerra contra las drogas”.
El cierre de negocios ante el temor de ataques ha generado pérdidas económicas significativas.
Según Isabel Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, se estima que las pérdidas diarias por la interrupción de actividades ascienden a 567 millones de pesos. Comercios, plazas y supermercados han cerrado sus puertas en medio de la violencia, que sigue azotando al estado.
Hasta este viernes no se vislumbra un fin a la crisis de seguridad en Sinaloa, donde el control del territorio y la vida de los ciudadanos penden de un hilo, marcado por balaceras, bloqueos y el terror en las calles.
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