- Un aspecto que no siempre se menciona es la migración irregular. Aunque muchos estadunidenses ingresan como turistas, un gran número permanece en el país sin regularizar su situación
El número de estadunidenses que han elegido México como lugar de residencia ha aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando más de 1.6 millones en 2023. Esta migración responde a varios factores, entre ellos la búsqueda de un costo de vida más bajo, la flexibilidad del trabajo remoto y la inflación en Estados Unidos. En particular, ciudades como Ciudad de México, Tijuana y destinos turísticos como Mérida y Mazatlán han sido los más atractivos para estos migrantes.
Un aspecto que no siempre se menciona es la migración irregular. Aunque muchos estadunidenses ingresan como turistas, un gran número permanece en el país sin regularizar su situación. Se estima que cerca de un millón de estadunidenses viven en México de manera irregular, cifra que ha aumentado un 37.8% desde 2015. A diferencia de Estados Unidos, México ha sido más flexible en su política migratoria, permitiendo que muchos permanezcan sin temor a la deportación.
Preocupación por la gentrificación
Este aumento de migrantes ha tenido un impacto notable en las ciudades mexicanas, especialmente en zonas de alto interés como la Roma y la Condesa en Ciudad de México. La gentrificación se ha vuelto una preocupación creciente, ya que los precios de la vivienda han subido significativamente, desplazando a los residentes locales. Muchos de estos estadunidenses, con ingresos en dólares, han contribuido a la transformación de estos barrios, haciendo que la vida allí sea cada vez más inaccesible para los habitantes originales.
Sin embargo, no todo es negativo. La llegada de estos nuevos residentes también ha dinamizado sectores económicos como el comercio, el turismo y los servicios, convirtiendo a México en un centro cada vez más atractivo para nómadas digitales y empresarios que ven en el país una oportunidad para expandirse
¿Qué son los nómadas digitales?
El fenómeno de los nómadas digitales se refiere a personas que trabajan de forma remota mientras se trasladan de un lugar a otro, a menudo utilizando internet para desempeñar sus tareas profesionales. Este estilo de vida ha ganado una gran popularidad en la última década, especialmente con el crecimiento del trabajo remoto impulsado por la pandemia de covid-19. A medida que más empresas adoptan modelos de trabajo flexibles, los nómadas digitales pueden trabajar desde cualquier parte del mundo, lo que les permite residir temporalmente en ciudades con menor costo de vida y una mejor calidad de vida.
Factores clave del fenómeno
Trabajo remoto: Las plataformas digitales y las tecnologías de comunicación permiten que muchos profesionales realicen su trabajo desde cualquier lugar con conexión a internet. Los nómadas digitales suelen ser freelancers, trabajadores de tecnología, diseñadores, consultores y creadores de contenido, entre otros.
Costo de vida: Países como México, Tailandia y Portugal han visto un aumento en la llegada de nómadas digitales debido a su bajo costo de vida en comparación con ciudades como Nueva York, Londres o San Francisco. México, en particular, ha atraído a miles de estadunidenses y europeos debido a su clima favorable, rica cultura y fácil acceso para turistas.
Flexibilidad: El estilo de vida nómada les permite a estas personas disfrutar de una rutina más flexible, donde pueden viajar mientras trabajan, con la capacidad de conocer nuevos lugares, culturas y estilos de vida. Ciudades como Ciudad de México, Playa del Carmen o Tulum se han vuelto “hubs” atractivos para nómadas digitales.
Impacto en las comunidades locales
Aunque la llegada de nómadas digitales trae beneficios económicos a las ciudades receptoras, también genera preocupaciones, principalmente relacionadas con la gentrificación. La afluencia de extranjeros con sueldos más altos en monedas fuertes como el dólar o el euro tiende a incrementar los precios de los bienes y servicios, especialmente en sectores como la vivienda y la restauración. Esto puede provocar el desplazamiento de los residentes locales que no pueden competir económicamente.
En México, el fenómeno es visible en barrios como la Roma y la Condesa en Ciudad de México, donde muchos residentes locales han sido desplazados debido al aumento de los alquileres.
¿Dónde viven, preferentemente
En la Ciudad de México, los estadunidenses suelen preferir zonas céntricas y de alto perfil cultural, debido a la combinación de infraestructura moderna, seguridad y acceso a servicios que encuentran en ellas. Las áreas más populares entre los expatriados estadunidenses son:
Roma y Condesa: Estos barrios se destacan por su vida cultural, cafés, restaurantes, y espacios para el trabajo remoto, lo que los convierte en el epicentro de la vida bohemia y cosmopolita. Además, la arquitectura de estilo porfiriano y los parques como el Parque México y el Parque España brindan un ambiente relajado que atrae a los expatriados.
Polanco: Conocido por ser una de las zonas más exclusivas de la ciudad, Polanco alberga embajadas, corporativos, y una gran cantidad de tiendas de lujo y restaurantes de alta gama. Es particularmente atractivo para los estadunidenses que buscan una experiencia más similar a la vida en Estados Unidos, con muchas opciones gastronómicas y de entretenimiento de alto nivel.
Juárez: La colonia Juárez, que incluye la famosa Zona Rosa, también es muy frecuentada por expatriados debido a su proximidad a zonas comerciales y a su oferta cultural. El área ha experimentado una renovación importante en los últimos años, lo que ha atraído a nómadas digitales que buscan un ambiente vibrante y accesible.
Beneficios que aportan
La presencia de estadunidenses en estas zonas trae una serie de beneficios económicos y sociales:
Dinamismo económico: La llegada de expatriados y nómadas digitales ha impulsado sectores como el inmobiliario, con un aumento en la demanda de propiedades en alquiler y compra. Además, han favorecido el crecimiento de cafés, espacios de coworking y otros servicios orientados a quienes trabajan de forma remota.
Inversión y emprendimiento: Muchos de estos residentes extranjeros también están involucrados en proyectos de inversión y emprendimiento, especialmente en tecnología y startups, lo que ha generado empleo y ha dinamizado la economía local.
Diversificación cultural: La interacción entre residentes locales y expatriados ha enriquecido la oferta cultural y gastronómica, con la apertura de nuevos restaurantes y eventos internacionales que refuerzan el carácter cosmopolita de estas zonas.
A pesar de estos beneficios, también se plantean desafíos, como el aumento de los precios de la vivienda, lo que ha llevado a un proceso de gentrificación que afecta a los residentes locales de menor poder adquisitivo
Las leyes sobre las rentas
Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, presentó este 2024 una iniciativa clave para frenar el aumento excesivo de las rentas en la ciudad. Esta propuesta se basa en tres ejes principales:
Limitar el incremento de rentas: La iniciativa propone que las rentas no puedan aumentar más allá de la inflación del año anterior, medida por el Banco de México. Esto busca poner fin a los aumentos descontrolados que han afectado a miles de inquilinos en zonas de alta demanda como Roma, Condesa y Polanco, donde los precios del alquiler han subido considerablemente en los últimos años.
Registro digital de contratos: Se busca crear un registro obligatorio de los contratos de arrendamiento, lo que daría mayor transparencia y permitiría un mejor control de las condiciones de alquiler. Esto es fundamental para evitar abusos y garantizar que los propietarios respeten las leyes vigentes.
Vivienda social en renta: La iniciativa también propone políticas públicas para fomentar la construcción de vivienda social destinada al arrendamiento a precios accesibles, especialmente para sectores vulnerables como jóvenes y familias de bajos ingresos.
El objetivo de estas reformas es proteger a los inquilinos y evitar que la gentrificación y la especulación inmobiliaria sigan expulsando a los residentes de las zonas céntricas de la ciudad.
Excélsior/Peter D.
