Aparentemente por un ataque de depresión, una enfermera de la clínica del ISSSTE en Chetumal se quitó la vida, inyectándose un anestésico general empleado en procedimientos quirúrgicos (Propofol).
Según lo mencionado por varios empleados del lugar, la mujer, de unos 30 años, ingresó al baño, pero al no salir después de un tiempo considerable, decidieron verificar si estaba bien y fue cuando la encontraron en el suelo, pese a los esfuerzos por reanimarla, ya no pudieron hacer nada pues no presentaba signos vitales.
Hasta la tarde de este domingo, las autoridades del ISSSTE no habían emitido ningún comunicado oficial de estes hechos, sin embargo, corrieron varias versiones de que orillaron a esta enfermera de nombre Laura a tomar esa decisión fatal; una de ellas que padecía un tipo de cáncer, otra versión señala que discutió con un médico.
El personal directivo de la clínica de la capital de Quintana Roo ha mantenido hermetismo en torno al caso.