- La detención se debió a que una trabajadora de seguridad advertía a los turistas sobre los riesgos de abordar taxis piratas
Rafael Pascual
El Aeropuerto Internacional de Cancún volvió a ser escenario de un nuevo escándalo al registrarse la detención por parte de elementos de la Guardia Nacional, de una trabajadora de seguridad que advertía a los turistas sobre los riesgos de abordar taxis piratas. El incidente ocurrió en la Terminal 3 y ha provocado indignación y cuestionamientos sobre la actuación de las autoridades ante el transporte irregular en la zona.
La trabajadora detenida pertenece a la empresa SIA, encargada de la seguridad y orientación de los pasajeros en el aeropuerto. Según testigos, la mujer se encontraba brindando información a los turistas sobre opciones de transporte seguro cuando fue interceptada y esposada por agentes federales, sin que mediara explicación alguna.
De acuerdo con versiones recabadas en el lugar, la intervención de la Guardia Nacional se produjo tras un reporte realizado por taxistas piratas, quienes operan de manera ilegal en las inmediaciones del aeropuerto. Estos conductores, presuntamente, alertaron a las autoridades sobre las advertencias que la guardia estaba proporcionando a los visitantes, lo que derivó en su detención.
El hecho ha desatado un amplio debate respecto a la permisividad de las autoridades con los transportistas irregulares, quienes operan sin control alguno, ofreciendo servicios sin garantías de seguridad y cobrando tarifas excesivas.
Diversas organizaciones civiles y trabajadores del sector turístico han expresado su preocupación, señalando que este suceso evidencia la falta de medidas efectivas para erradicar el transporte ilegal en el aeropuerto.
La actuación de los agentes federales ha sido duramente cuestionada, pues testigos aseguran que la detención de la guardia fue inmediata, sin previo aviso ni justificación, lo que aumenta la percepción de que existe protección hacia los taxistas piratas en detrimento de la seguridad de los turistas.
Hasta el momento, ni la Guardia Nacional ni la empresa SIA han emitido declaraciones oficiales sobre lo ocurrido. Sin embargo, la controversia sigue creciendo entre los sectores turísticos y la ciudadanía, quienes demandan mayor vigilancia y medidas estrictas contra el transporte irregular en una de las terminales aéreas más importantes del país y puerta de entrada al Caribe Mexicano.
