- “Son rostros que no pueden olvidarse, nombres que no deben dejar de buscarse”, afirman
Rafael Pascual
En el marco del Día Nacional de las Familias Buscadoras, que se conmemora el 19 de abril, el colectivo Verdad, Memoria y Justicia inició actividades anticipadas como parte de la Segunda Jornada Nacional de Búsqueda Humanitaria, un esfuerzo nacional convocado por más de 70 colectivos de familiares de personas desaparecidas en todo el país.
En Cancún, la jornada comenzó este 17 de abril de 2025 con una acción de pegado de fichas en la zona centro de la ciudad, con el objetivo de visibilizar los rostros de hijos, hijas, hermanas, hermanos, esposos y esposas que hacen falta.
“Nos unimos con la fe y la esperanza de encontrar con vida a nuestros seres amados”, expresaron los familiares al invitar a la ciudadanía a caminar con las madres y familias en esta acción de visibilización.
Romana Rivera Ramírez, presidenta del colectivo, recordó que México registra actualmente 125 mil 287 personas desaparecidas, de acuerdo con cifras oficiales. “Frente al abandono institucional, las familias hemos aprendido a buscar en la calle, en los cerros, en la tierra. Donde sea que haya una pista”, dijo.
Aunque el día conmemorativo es el sábado 19, el colectivo decidió anticipar las actividades debido a la baja atención ciudadana que podría provocar el periodo vacacional.
Durante esta jornada, se colocarán 146 fichas de búsqueda en espacios de alto tránsito peatonal. Cada una representa a una persona desaparecida con vínculo directo con las familias del colectivo. “Son rostros que no pueden olvidarse, nombres que no deben dejar de buscarse”, añadió Rivera.
El colectivo también hizo un llamado a distintos sectores sociales: a comunidades religiosas, para brindar apoyo espiritual; a la ciudadanía, para compartir cualquier información útil; y a artistas, figuras públicas y medios, para usar su voz en favor de esta causa.
“Buscar a una persona desaparecida no debería ser una lucha solitaria. Es una causa colectiva que nos interpela como país, como comunidad y como humanidad”, enfatizó Rivera.
Las desapariciones forzadas y no localizadas en México representan una de las más graves crisis de derechos humanos del país. Ante la omisión del Estado, son los colectivos —integrados mayoritariamente por mujeres— quienes han asumido la búsqueda en campo, la sistematización de datos y la memoria activa. Su lucha no solo busca encontrar a sus seres queridos, sino también exigir justicia, verdad y garantías de no repetición.