Ricardo Ponce ofrece “retiros espirituales” en Bacalar, Tulum y Cancún
La Jornada Maya/Joana Maldonado Foto: Instagram Ricardo Ponce
La youtuber Maire Wink hizo pública una denuncia contra el coach emocional Ricardo Ponce, quien mediante “retiros espirituales” en Bacalar, Tulum y Cancún presuntamente formaba sectas sexuales.
En el video publicado en su canal de dicha red social, titulado “Caí en la secta sexual de Ricardo Ponce”, la joven expone el caso ocurrido en febrero de este año, cuando participó en un retiro. Colectivos feministas señalaron la necesidad de visibilizar estas situaciones, para que los abusadores no queden impunes.
Ricardo Ponce, por su parte, publicó en redes sociales que saldrá a comunicarse con “hechos y no especulaciones”.
“Descubrí cosas turbias de ese retiro que no quisiera que alguien más viviera, y mucho menos alguien que llegó ahí por recomendación mía (…) caí en lo que yo considero un culto sexual disfrazado de sanación espiritual”, precisó Maire Wink.
En el video también participan otras cuatro personas que relatan diversos hechos en relación con Ricardo Ponce, auto denominado “el creador de la auto sanación”, a quien Maire Wink describe como una especie de “gurú que basa su filosofía en el sentir de las emociones densas como el enojo y la tristeza”.
La youtuber acusa que de forma elocuente el conferencista Ricardo Ponce manipula los sentimientos de las personas que acuden a sus retiros, que llegan a costar desde 55 mil hasta 71 mil pesos.
En febrero de este año, la youtuber fue invitada por el conferencista a un retiro en Bacalar, llamado “El chakra del corazón”, donde conoció al staff que lo acompaña y que describe como “súper guapas”.
Señala que el primer día, la “terapia” consistió en hablar de las relaciones con las figuras femeninas y que desde el primer momento la “plática se tornó sexual”, que posteriormente se convirtió en lo que ella describe como una secta sexual, que integraba con “invitadas VIP” a las que video grababa sin su consentimiento.
Otra de las mujeres describe que el conferencista abusaba de su posición de poder para tener relaciones sexuales, asumiendo que se trataba de culto sexual disfrazado de “sanación”, y se incluye el testimonio de un hombre, que asegura que Ponce tiene un “harem” en Cancún.
En redes sociales, Maire Wink creó el hashtag #MeTooRicardoPonce que derivó en el apoyo de muchas mujeres.
Para Tania Ramírez, del colectivo feminista Siempre Unidas, es muy importante visibilizar estos casos, pues demuestran que los abusos se dan a todos los niveles: “se aprovechan de la vulnerabilidad de las mujeres, de alguien que está buscando sanar porque tal vez tiene el autoestima muy baja o problemas y él las convence de que deben dejarse querer, usa esto del amor y la sexualidad para hacerles creer que acostándose con él se van a sanar”.
Estos casos involucran, señaló la activista, a personas de alto poder adquisitivo, por lo que no es tan mediático si denuncian.
“Muchas no se van a atrever porque son profesionistas o conocidas y piensan: me utilizaron y caí” y por eso optan por callar o evitar el tema, señaló.
A través de su cuenta de Instagram, Ricardo Ponce, “creador de la autosanación”, emitió un breve anunció: “si no me he pronunciado hasta ahora es porque saldré a comunicarlo con hechos y no con especulaciones (…) Gracias valientes por el gran apoyo, aquí es donde se siente su gran amor y agradecimiento. Es ahora donde valoro más su acompañamiento. Los amo valientes”.