Columna: Seguridad y Defensa Carlos Ramírez
@carlosramirezh / seguridadydefensa@gmail.com
En su visita a México y Centroamérica, la vicepresidenta Kamala Harris insistió en señalar el problema de la corrupción de funcionarios centroamericanos y mexicanos en el cruce ilegal de personas y droga.
Sin embargo, la importante revista Rolling Stone acaba de publicar un testimonio directo que revela la existencia de estructuras de corrupción de funcionarios estadounidenses en la frontera que han propiciado el ingreso ilegal de decenas de miles de personas y droga a EU.
El reportaje (https://www.rollingstone.com/culture/culture-features/border-crisis-2021-gulf-cartel-rio-grande-valley-1182608/) es el primero que profundiza el problema de la corrupción de funcionarios estadounidenses, porque incluye entrevistas con responsables de la famosa Migra que aceptan que estimulan y protegen el ingreso ilegal no sólo de personas, sino, lo que es muy grave, protegen a cárteles del crimen organizado en el ingreso de droga a territorio estadounidense.
El texto titulado El Coyote cártel revela asimismo la existencia de una zona fronteriza en ambos lados de la frontera que está bajo el control directo de cárteles del crimen organizado.
El reportero Seth Harp entrevista a un personaje que presenta como “El Comandante” y que es el que distribuye los sobornos a funcionarios mexicanos y estadounidenses para el libre flujo de personas y droga en la frontera, un asunto delicado que ninguno de los dos países ha priorizado para buscar soluciones.
Asimismo, el reportaje de Rolling Stone revela que la patrulla fronteriza –con Trump y ahora con Biden– viola los derechos humanos de los migrantes arrestados y los trata peor que a animales dentro del territorio estadounidense, y subraya que la patrulla fronteriza está involucrada con los coyotes en el contrabando de droga y personas.
ZONA ZERO
La visita de la vicepresidenta Harris a México no trató el tema del maltrato de migrantes mexicanos y centroamericanos en la frontera y en las zonas de exclusión, donde se siguen violentando los derechos humanos no sólo como en tiempos de Donald Trump, sino como ha sido históricamente por parte de los organismos policiacos migratorios. México solamente puede movilizar, cuando es informado, a personal diplomático menor para observar, pero no para dar soluciones.