A medida que la producción de gasolina ha aumentado bajo la administración de AMLO, también ha subido la producción de fuel oil altamente contaminante
El Financiero / Bloomberg/Amy Stillman, Rachel Adams-Heard, Laura Hurst y Kevin Crowley
El clima enloqueció y Pemex no hace nada. Semanas de frío, lluvias y calor extremo ha pasado el país en las últimas semanas a consecuencia del cambio climático, en donde las petroleras tienen mucho que ver.
Las principales empresas internacionales están bajo presión política para reducir su huella de carbono, pero Pemex está bajo presión política para aumentarlo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene como objetivo hacer que el país sea autosuficiente en energía al ordenar que el gigante petrolero estatal produzca la mayor parte de los combustibles que se consumen en el país. Si bien, eso solo sugiere que Pemex tendrá mayores emisiones debido a una mayor producción de combustibles fósiles, también carece de la capacidad tecnológica requerida para producir combustibles más limpios.
A medida que la producción de gasolina ha aumentado bajo la administración de AMLO, también ha subido la producción de fuel oil altamente contaminante. El fuel oil se genera a partir del lodo sobrante del proceso de conversión del aceite en gasolina. Si bien otros productos refinados son menos contaminantes, Pemex no cuenta con la tecnología en sus refinerías para generar combustibles de mayor calidad a partir de los hidrocarburos sobrantes.
La Organización Marítima Internacional prohibió el uso de fuel oil para buques el año pasado debido a sus excesivas emisiones de carbono. Como tal, Pemex no tiene dónde vender el fuel oil excepto en México, donde la empresa estatal lo compra a bajo precio y lo quema en sus plantas de energía, emitiendo 16 por ciento más de CO2 que el gas natural en las centrales eléctricas básicas.
Pemex también está quemando más gas natural en sus campos petroleros porque carece de la capacidad para procesarlo y de la infraestructura necesaria para la eliminación de nitrógeno, dijo la empresa en una llamada con inversionistas en abril.
En los primeros tres meses del año, la quema de gas natural de Pemex se duplicó con respecto al año anterior, para llegar a 712 millones de pies cúbicos de gas natural por día. Eso significó que solo el 85por ciento de su producción de gas natural salió al mercado en el trimestre.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de Pemex, que abarcan las emisiones de alcance 1 y 2, se incrementaron a 41.8 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente en 2019 después de caer en los dos años anteriores, según datos recopilados por Bloomberg Businessweek. Sus emisiones de gases de efecto invernadero por barril son más fuertes que la mayoría de sus pares, incluidos Royal Dutch Shell, BP Plc. Petrobras y Chevron Corp, muestran los datos de Bloomberg.
En el ojo del huracán
Las deudas de Pemex con el ambiente no son pocas. Hace un par de semanas un incendio se desató en una línea submarina en Campeche, lo que puso nuevamente bajo los reflectores la política energética del gobierno mexicano, basada en aumentar la producción de combustibles fósiles.
El fuego se registró a 150 metros de la plataforma satélite KU-C, localizada en la Sonda de Campeche perteneciente al Activo de Producción Ku-Maloob-Zaap, de Pemex Exploración y Producción. La paraestatal señaló que las causas del incendio en la línea submarina en Campeche tuvieron que ver con tormentas eléctricas que afectaron a la región y una fuga de gas.